La temporada de sequía en Colombia ha significado un sinfín de alertas por parte de algunas autoridades nacionales y regionales, ante la posibilidad de un desabastecimiento en los servicios públicos para la población.

Como se recordará, el agua que consumen los colombianos proviene de las fuentes hídricas que pasan por cada uno de los territorios, las cuales se ven notablemente disminuidas por la falta de lluvias. Asimismo, casi el 70 % de la energía que requiere el país se produce en las centrales hidroeléctricas ubicadas en embalses, los cuales han llegado a los niveles más bajos por el actual Fenómeno de El Niño.

La temporada de calor no solo ha afectado a los grandes embalses. En la imagen, el Lago Calima en el Valle del Cauca también ha sufrido un decrecimiento notable de su nivel. | Foto: El País

Ante este panorama, decenas de recomendaciones han salido a la luz para concientizar a los ciudadanos sobre el cuidado del agua y el ahorro de los servicios en el hogar, lo cual ayuda a evitar la situación de desabastecimiento.

Frente a este tema surge la duda, ¿qué es más prioritario ahorrar, el agua o la electricidad? De acuerdo con las autoridades y organizaciones ambientales, lo ideal es racionar ambos, ninguno por encima del otro.

La reconocida entidad independiente dedicada a la conservación de la naturaleza y el medio ambiente, Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund en inglés, WWF), le reveló a Noticias Caracol que el ahorro del agua y la electricidad se deben compaginar.

“Hay que hacer las dos cosas. Creo que hay que ahorrar energía, hacer un uso sostenible y eficiente del agua, ya que también nuestros embalses y reservas de agua, como estamos al final de esta época de sequía, están en los niveles más bajos”, le explicó al citado medio César Suárez, coordinador de Territorios y Tierras Resilientes de WWF Colombia.

Use bombillas LED que consumen menos energía, desconecte los dispositivos electrónicos cuando no los esté utilizando, deje el aire acondicionado con una temperatura mínima de 22 grados y evite dejar luces encendidas de manera innecesaria. | Foto: Copyright Dazeley

Sostuvo que hay mecanismos muy sencillos con los cuales ya se estará aportando al racionamiento, como lo son cerrar la llave del lavamanos cuando se esté cepillando, lo propio a la hora de bañarse cuando se esté enjabonando. Por otro lado, desconectar los electrodomésticos o diferentes equipos cuando no estén en uso también es útil en el apartado energético.

En la misma vía, el Gobierno Nacional viene promoviendo diferentes iniciativas que buscan generar un ahorro individual a los ciudadanos o empresas, como estimular el teletrabajo como mecanismo de ahorro de energía, evitando el alto consumo que requieren los edificios corporativos.

De hecho, Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía, sostuvo que el Gobierno debería plantear un esquema de ahorro de por lo menos el 2,5 % de la demanda nacional para todos los usuarios.

Y es que la situación no es menor. Pese a la presencia cada vez mayor de lluvias, el Fenómeno de El Niño tiene al país con un alto riesgo de enfrentar escasez de agua y energía. “La producción de energía en termoeléctricas consume grandes cantidades de combustibles fósiles. Al consumir menos, se generan menos emisiones y menos huella de carbono”, explica el Gobierno para sustentar la necesidad del ahorro.

Por ello, lo imperativo es generar una cultura del racionamiento en los hogares y otros espacios, lo que contribuiría a superar la contingencia de la sequía, que seguirá alarmando al país al menos en lo corrido del presente mes, hasta que las lluvias lleven a los embalses a niveles seguros para enfrentar la época de menos precipitaciones a mitad de año.