Desde el sector empresarial y gremial del país, se lanzó una voz de alerta ante las crecientes dificultades que enfrentan las operaciones de importación en Colombia. En las últimas semanas, una serie de contingencias han generado graves disrupciones en la cadena logística, afectando directamente la competitividad y sostenibilidad de las compañías que aportan al desarrollo económico del país.
Los gremios reconocen y respaldan la labor de fiscalización de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, pero señalan que la capacidad institucional se ha visto desbordada, lo que ha derivado en sobrecostos y aplazamientos sistemáticos en las inspecciones.
Uno de los factores que agravó la situación, según el gremio, fue la reciente contingencia en los servicios informáticos de la Dian, que obligó a las empresas a recurrir a procedimientos manuales para tramitar las operaciones. A esto se sumó un incremento notorio en las inspecciones físicas de carga, que según los empresarios, superó la capacidad operativa de las direcciones seccionales de aduanas.
Como consecuencia de lo anterior, múltiples diligencias han tenido que ser reprogramadas, con retrasos que en algunos casos superan los cinco días hábiles, incluyendo fines de semana y festivos. Esta parálisis operativa se traduce en gastos adicionales por bodegaje, demoras en la nacionalización e imposibilidad de movilizar mercancías para abastecer el mercado.
“Estos retrasos afectan de manera crítica los flujos de negocio, ponen en riesgo el abastecimiento de cara a la temporada comercial más importante del año y erosionan la planificación de las compañías”, señalaron los gremios a través de un comunicado conjunto.
Impacto sobre los Operadores Económicos Autorizados
En el documento emitido por los gremios, reflejan la preocupación que genera el efecto sobre las empresas certificadas como Operadores Económicos Autorizados (OEA), compañías que han invertido en procesos de seguridad y confiabilidad y que cuentan con el más alto nivel de certificación aduanera.
De acuerdo con los gremios, estas compañías pasaron de enfrentar un histórico 1 % de inspecciones físicas a más del 20 %, lo que contradice los principios del programa OEA y debilita la confianza en el sistema de gestión de riesgos construido entre sector público y privado.
“Debemos fortalecer esta figura, no menoscabarla”, advirtieron, al señalar que las actuales medidas generan incertidumbre y restan competitividad al comercio exterior colombiano.
Llamado al Gobierno y a la Dian
Ante este panorama, el sector empresarial reiteró su disposición a mantener un diálogo directo con la Dian y propuso alternativas como la programación de inspecciones ajustadas a la capacidad real, monitoreo de tiempos y retroalimentación constante.
No obstante, hicieron un llamado “respetuoso pero urgente” al Gobierno Nacional y a la entidad de control aduanero, para que se adopten medidas inmediatas que permitan normalizar el flujo de operaciones y diseñar un plan de contingencia efectivo.
“El equilibrio entre control y facilitación no es solo un principio, es una necesidad para la competitividad del país”, concluye el pronunciamiento.
José Fernando Amézquita, director ejecutivo de Analdex SurOccidente, señaló que esta situación afecta directamente las actividades operativas del puerto de Buenaventura y retrasa cronogramas de importaciones y exportaciones, arriesgando el cumplimiento de los compromisos contractuales, “lo cual pone en riesgo el avance que han hecho muchas empresas para exportar e importar”.
“Para un departamento como el nuestro, que es nodo logístico y que es el tercer departamento exportador , las consecuencias son graves”, reiteró.