Las discusiones sobre el incremento del salario mínimo para el 2022 están previstas que comiencen la semana entrante, pero desde ya se prevé que el panorama no se ve fácil por el impacto que ha causado la pandemia en la economía, en el empleo y en la canasta familiar.
Puede decirse que la economía empezó a marchar mucho mejor desde el tercer trimestre del año. De hecho, el PIB creció 13% en ese período, cifra que sorprendió a los mismos analistas.
La situación compleja está por el lado del empleo y desempleo. Si bien la tasa de ocupación viene mejorando y el índice de desocupación continúa bajando, aún hay grandes retos para estabilizar el mercado laboral, pues el desempleo no baja del 12 % (cifras de septiembre). En el caso de Cali, la desocupación también muestra signos de reducción, pero se encuentra en niveles del 15 %.
El otro elemento desafiante es la inflación, que no cede terreno. En lo corrido del año, hasta octubre, se ubicó en 4,34 % y la cifra anualizada llegó a 4,58 % por encima de la meta que había ajustado el Banco de la República.
A todo ello se suma el índice de productividad, que según el mismo ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, reconoció que va a ser muy fuerte este año.
Todos estos ingredientes deberán ser analizados por la comisión de concertación laboral que debió empezar las reuniones el viernes pasado, pero por alguna razón el Ministro de Trabajo aplazó para la semana entrante, sin fecha concreta.
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La gran pregunta que surge entre analistas y dirigentes empresariales es ¿qué incremento podrá discutirse para no afectar la generación del empleo formal?
En respuesta a la pregunta, algunos analistas estiman que el aumento salarial para 2022 podrá fluctuar entre 6,0 % y 6,5 % (lo que representa unos $59.000 aproximadamente). Sin embargo, algunos empresarios sugieren que el incremento debe ser mayor.
“Dado que los niveles de precios (inflación) van a crecer este año cerca del 5 % y la productividad ha mantenido una senda creciente en lo corrido de 2021, la concertación del salario mínimo para 2022 se ubicará en niveles superiores a 6 %”, indicó Juan Camilo Pardo, analista económico de Corficolombiana.
En esa misma línea, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, agregó que “suponiendo que la productividad laboral es la que históricamente se tiene, se podría prever un incremento del salario mínimo entre 6% y 6,5 % para 2022”.
Por su parte, el Jefe de la cartera laboral expresó que “aquí ya sabemos que tenemos una inflación alta, que la productividad va a ser muy fuerte y nosotros como Gobierno Nacional, tenemos que garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores que se perdió en el año 2021. Esos son los elementos que se van a discutir”, señaló.
Qué dice el Emisor
El Banco de la República ajustó la meta de inflación por la variación en los precios de los alimentos, que han tenido alzas considerables este año, fruto del paro nacional que empezó a finales de abril y se extendió por mes y medio, por la crisis de los contenedores y por la oleada invernal que ha dificultado el transporte de la carga desde los centros de producción.
En consecuencia, el grupo de los alimentos muestra un aumento del orden del 13,2 % entre enero y octubre de este año, según el Dane. Por ello el Emisor ajustó la proyección de inflación para todo el 2021 en 4,9 %. Además se espera que el alza en los precios continúe hasta mediados de 2022.
Pero en forma simultánea la economía sigue repuntando. “Al tener una dinámica de la economía tan importante en estos momentos, en el que la industria va creciendo al doble dígito sin ningún inconveniente, el salario va a estar por lo menos 1,5 ó 2 puntos porcentuales por encima de la inflación”, dice el director General de Distribución en Postobón, Sergio Andrés Serrano Rivero.
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El sector empresarial vaticina que el consumo nacional tiene una dinámica tan potente que el crecimiento del año va a ser mejor que lo proyectado y eso va a generar un piso para una buena discusión del salario mínimo en 2022.
“Aún después de las marchas y manifestaciones de mayo, que mostraron un panorama complejo, en tres o cuatro veces el consumo se ha revertido de manera importante”, señala el experto.
Así, según empresarios consultados, el salario mínimo del país para 2022 aumentaría más del 6 %. De llegarse a dar un aumento como el que proyecta el sector empresarial, el salario mínimo subiría a unos $964.000 aproximadamente.
Vale la pena recordar que en este año 2021 el salario mínimo subió a $908.526, lo que muestra un aumento del 3,5 % respecto del salario mínimo del 2020.
Para la presidenta de Camacol, Sandra Forero, es necesario que las propuestas que se lleven a la mesa de concertación deben tener en cuenta que estamos en un proceso de reactivación, por lo que se debe ser cuidadoso con tomar decisiones que impacten esa reactivación.
Otro tema que destacó Forero es cómo lograr una senda de mayor formalización, debido a que el país “está llegando al 50 % de la informalidad laboral y requiere de decisiones que permitan generar empleo”, añade.
La dirigente gremial destaca que es “muy importante no cargar la nómina formal y tener en cuenta el proceso de reactivación económica del país, que empezó a tomar fuerza en el tercer trimestre de esta vigencia.
En pesos, un incremento del 6 % en el salario mínimo corresponde a unos $60.000 aproximadamente, pero hasta ahora solo son propuestas preliminares.
Las organizaciones sindicales
Los trabajadores no han hecho una propuesta de incremento, pero con base en consultas con varios de los líderes sindicales la idea es que haya un aumento por encima del 10 %.
Desde ya se prevé que la distancia será grande frente a la propuesta de los empresarios, aunque estos no han puesto aún sobre la mesa sus cartas de negociación.
“Los trabajadores pretenden un incremento salarial que en esta oportunidad sí signifique una mejora sustancial frente a lo que hoy tenemos en capacidad y compra”, señaló el director de la Escuela Nacional Sindical, Carlos Julio Díaz.
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Las organizaciones laborales esperan una compensación económica por esa pérdida de ingresos que afrontaron durante la pandemia.
“El sector laboral ha sido golpeado bastantemente por la pandemia, en pérdida de ingresos, en pérdida de empleo, se gestó mucha precariedad laboral y hoy se espera que en ese contexto el Gobierno y los empleadores tengan una actitud mucho más comprensiva de la realidad”, añadió el sindicalista Díaz.
Para Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, el incremento del mínimo debería ser más alto que el del año pasado (3,5 %) en concordancia con el proceso de reactivación y crecimiento económico que ha vaticinado el Gobierno Nacional.
Las propuestas ya están empezando a sonar, pero ninguna es oficial. Por lo pronto la mayoría del equipo laboral del Gobierno reconoce que no será una tarea sencilla, pero confía en una concertación.
Amanecerá y veremos.
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Factores clave
Según los análisis de los expertos , este año la discusión del salario mínimo estará atravesada por factores de salud pública por el virus covid-19.
Otras voces, como cada año, advierten que subir el salario mínimo por encima del 14 % tendría un impacto negativo en las finanzas públicas, que ya han sido golpeadas por la crisis sanitaria.
El salario mínimo incide además en el gasto de pensiones y los beneficiarios de los programas sociales.
Frente a este panorama, los analistas ven la necesidad de una concertación en la mesa de negociación para dar el mensaje de unidad y de interés común para socialmente apoyar el proceso de reactivación económica. Un posible consenso lo ven más posible hoy que el año pasado, dicen.
No obstante, vale la pena recordar que desde 1997 sólo se ha concertado en siete ocasiones el incremento del salario mínimo. Todo por las diferencias en las posiciones de las partes.