¿Lo entristece el ‘fuego amigo’ proveniente de María Fernanda Cabal?

No, yo tengo un gran sentimiento por la doctora María Fernanda, por su liderazgo y su capacidad y, como lo hablamos en la promulgación de los resultados, todos reconocimos los datos y hay que seguir avanzando. Yo estoy dedicado a armar una primera coalición, que es con la ciudadanía. Estamos iniciando un recorrido que he denominado Soy todo oídos, para escuchar a los colombianos e ir configurando una propuesta para darle respuesta a los problemas ciudadanos y avanzar en la construcción de una coalición con otros sectores para ir encontrando el camino a tener un solo candidato a la Presidencia.

¿Pero cómo va a hacer para unir el partido en torno a su nombre?

En la medida en que vamos trabajando, y con hechos. Creo que todos tenemos la mejor disposición, hemos hecho una selección de candidato que ha sido ejemplo para el país. Somos el único partido que ha estado discutiendo, visitando las regiones, fueron nueve foros y nos tenemos que concentrar en eso: escuchar a los ciudadanos, fortalecernos como partido, terminar de organizar las listas a Senado y Cámara, en fin tenemos múltiples tareas.

¿Usted iría a una coalición para que otros candidatos se sumen a usted o usted está dispuesto a sumarse a otros candidatos?

No, la filosofía de una coalición es un punto de encuentro y nadie se suma a nadie. Es encontrar consensos en medio de diferencias, ponernos de acuerdo en una visión de país, establecer reglas de funcionamiento y criterios democráticos. Se quiere un gobierno de coalición, y eso debe interpretar el sentimiento de millones de colombianos, de muchos sectores. Pero primero, como partido, debemos salir a escuchar al ciudadano e iremos definiendo con quién debemos agruparnos, qué coincidencias encontramos y cómo tener soluciones comunes a los problemas de los colombianos.

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¿Qué hacer para evitar que en esas coaliciones primen los intereses personales y no los colectivos?

Hay que avanzar y en el camino cada grupo va definiendo sus reglas de juego. La conformación de coaliciones es un proceso interesante, pero la base para armarlas es pensar en el país, no en las aspiraciones individuales o partidistas. El momento que vive Colombia es crítico, lo que nos deja la pandemia como la crisis más profunda de los últimos cien años en materia social y económica nos ha debilitado mucho y es momento de unirnos para que a Colombia no le llegue un gobierno populista, un gobierno de izquierda.

Se dice que de los candidatos del CD usted era el favorito de Álvaro Uribe

El presidente siempre ha tenido afecto por igual por todos los cinco precandidatos y por eso se mantuvo muy neutral. Creo que dio un ejemplo de comportamiento y de dar garantías. Por supuesto, yo tengo una relación con él de más de 20 años en materia política, pero él estaba dispuesto a jugársela por el que ganara la encuesta y yo fui, y eso me da la oportunidad de contar con sus ideas y propuestas.

¿Y qué les responde a quienes dicen que el candidato real del expresidente es Federico Gutiérrez?

Esa es una versión periodística. Los hechos son que el Centro Democrático tiene su propio candidato, este es el partido que ha inspirado el presidente Uribe, él está muy satisfecho del proceso, lo ha acompañado, ha destacado mucho su transparencia. Él ya está activo, tuvo dos foros con jóvenes, en Medellín y Bogotá, y el viernes estuvo en el Valle. Eso muestra el compromiso que tiene para apoyar la candidatura del Centro Democrático.

¿En qué consiste la Seguridad Democrática 2.0 que está proponiendo?

Conceptualmente es capitalizar las experiencias de lo que fue la Seguridad Democrática en el Gobierno Uribe, pero reconocer nuevas realidades que hay. Hoy tenemos elementos muy delicados en materia de delincuencia: el microtráfico se ha fortalecido, tenemos bloqueos, vándalos y Primera Línea, que es una nueva modalidad de terrorismo urbano, y un narcotráfico creciente y eso exige acciones decididas. La más importante es consolidar una alianza con la justicia: mientras haya impunidad, se fortalece el delito, y lo segundo es liderar un proceso de frentes de colaboración ciudadana, en el que el liderazgo del Presidente, los alcaldes y demás, se traduzca en que el ciudadano siente estímulo para denunciar, que se le está dando respuesta a su preocupación central y es cómo se construye una política con resultados contundentes.

¿Es muy difícil ser el candidato de la continuidad del actual Gobierno?

Más que difícil, es la responsabilidad como partido de Gobierno para reconocer muchas cosas buenas. Este año la economía colombiana va a crecer 10 %; programas sociales como Ingreso Solidario, la matrícula cero para jóvenes en las universidades, los subsidios de vivienda. Reconocer errores, por ejemplo, he dicho que se debió haber militarizado el puerto de Buenaventura en la época de la crisis y que jamás debió cerrarse, y propuestas nuevas, como llevar el Sena a todos los municipios del Valle del Cauca y Colombia y hacer efectiva la doble titulación, que todo bachiller de un colegio público salga con el título de bachiller académico y técnico profesional. Eso es lo que significa responsabilidad política con el país.

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El mismo día que el presidente Duque estuvo en la conmemoración de la firma de la Paz, Álvaro Uribe envió una carta a la ONU diciendo que no hubo Acuerdo de Paz. ¿Dónde se ubica entre estas dos posiciones?

Hay que señalar, y lo tiene que saber Naciones Unidas y el mundo, es que ese Acuerdo fue de impunidad total. Si bien desde el punto de vista político y de la comunidad internacional, hay que respetarlo, hay que plantear unos ajustes que son necesarios. ¿Por qué hay impunidad total? Porque la JEP no ha hecho ninguna acción para juzgar a quienes han cometido crímenes atroces y delitos de lesa humanidad y hoy están en el Congreso; porque las Farc no han cumplido su palabra de devolver los bienes para reparar las víctimas y no han reconocido la tragedia del secuestro, han humillado a las víctimas en sus declaraciones públicas.

¿Algún otro reparo?
La comunidad internacional tiene que saber que ese Acuerdo de La Habana dejó al país inundado de coca y hoy es el financiador de todas las estrategias criminales. Tenemos un grupo grande de desmovilizados de las Farc, comandados por ‘Iván Márquez’, que están en el narcotráfico, están armados y son los inspiradores de los vándalos, los bloqueos, la Primera Línea. La comunidad internacional tiene que reconocer que un acuerdo con impunidad total nunca va a generar reconciliación nacional, va a mantener dividida una sociedad y es un pésimo precedente para futuras negociaciones, por ejemplo con el ELN.

¿Cuál es su mensaje como candidato del CD para Cali?

La Alcaldía de Cali ha fracasado, le quedó grande los problemas de seguridad. Cali ha enfrentado una problemática muy fuerte desde la época de los bloqueos y los vándalos, quedó muy afectada, muy dividida y el Alcalde no ha generado una movilización de la ciudadanía para poder superar tantos obstáculos. Es una ciudad que ha retrocedido mucho por un manejo muy equivocado desde la Alcaldía.

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¿Qué temas deberían ser los centrales en la campaña presidencial?

Además de la Seguridad Democrática 2.0 he planteado un liderazgo para enfrentar la corrupción a través de unas reformas a la política y a la justicia que permitan recuperar confianza de la ciudadanía. Y estoy planeando un ambicioso programa de creación de oportunidades en todos los municipios de Colombia, con una propuesta de generación de empleo bien remunerado, con una transformación productiva, y que el país se convierta en una despensa de alimentos para el mundo, y eso significa mejorar condiciones de equidad, reducir pobreza drásticamente, apoyar los jóvenes y las mujeres jefes cabezas de hogar.

¿Qué tan polarizada estará la campaña a la Presidencia?

La polarización política es la esencia de un debate democrático. Lo importante es que no haya violencia política. Vamos a tener unas elecciones de coaliciones, una diferencia muy grande con las elecciones anteriores, porque en los próximos años veremos gobiernos de coalición, no de partido.

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