En un trabajo articulado con la Fiscalía General de la Nación, la Policía Metropolitana de Cali capturó a alias ‘Armero’, un hombre con un amplio prontuario criminal, experto en fabricar armas de fuego artesanales y modificar armas traumáticas.

De acuerdo con información brindada por las autoridades, el hombre estaba al servicio de la denominada ‘Primera Línea’, a la que pretendía entregar un arsenal modificado en el marco de las últimas actividades que se presentaron el pasado 20 de julio.

La captura tuvo lugar en una vivienda del barrio Mojica II de la capital vallecaucana, acondicionada como armería ilegal para la reparación, ensamble y adaptación de armas.

En la acción policial fueron incautadas municiones, una prensa industrial, un taladro, un kit de herramienta para modificar cañones, un computador, un celular, prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares, una careta industrial, un estopín con cordón detonante que funciona como mecanismo de activación de artefactos explosivos; una pistola, un revólver y tres armas traumáticas que iban a ser entregadas el 20 de julio a integrantes de la autodenominada ‘Primera Línea’ en el sector de Puerto Rellena.

Al respecto, el hombre fue dejado a disposición de la Fiscalía 97 Especializada de Crimen Organizado por los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego de defensa personal, sus partes esenciales, accesorios esenciales o municiones.

Un caso que pone de nuevo la lupa sobre el uso y porte de este tipo de armas, cada vez más utilizadas por bandas criminales en la ciudad por las dificultades para su judicialización.

Modificaciones y uso

En un filtro realizado por investigadores del laboratorio de balística de la Sijín y del CTI se dio a conocer que, en lo corrido del año, en Cali, cerca de 80 armas traumáticas modificadas han sido incautadas por parte de la Policía Metropolitana de Santiago de Cali y posteriormente dispuestas para la judicialización.

Igualmente, un reporte de la Policía también da cuenta de que, en materia de conductas que ponen en riesgo la vida e integridad, un promedio de 770 casos de personas que portaban armas traumáticas y de fogueo, tales como, armas de aire, de fogueo, de letalidad reducida o sprays, rociadores, aspersores o aerosoles de pimienta como cualquier otro elemento que se asimile a un arma de fuego, se han presentado desde el primero de enero hasta el 15 de julio del 2021.

Al respecto, el intendente Derien Yorled Peña Hernández, almacenista de Armamento Mecal, dijo que “en las armas traumáticas específicamente, a diferencia de las armas de fuego, la munición trae una ojiva o perdigón de plástico mientras que la original viene con una ojiva de cobre, por tanto, el daño ocasionado por la real es superior al de aquella esfera de plástico que tienen las traumáticas. Esa es la diferencia: ojiva de plomo o cobre para un arma real, y ojiva de plástico para las traumáticas”.

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¿Para qué las modifican?

Lo que sucede con el arma traumática, según explicó el intendente Peña, es que dependen mucho de la parte del cuerpo donde impacten con su proyectil de plástico para solo así poder ocasionar daño. “Hay casos, como el que apareció hace poco en las noticias, donde alguien puede perder la vida. Hace pocos meses, un grupo de niños que se encontraba jugando en un parque y tuvieron que vivir la experiencia de un enfrentamiento. En medio de todo, uno de los menores recibió un tiro de traumática en el cuello y falleció”, cuenta Peña.

Asimismo, “quienes principalmente modifican las armas son los bandidos, ellos cambian el cañón que traen puesto, dado que sus condiciones de acero no cumplen con la potencia requerida para aguantar un disparo de un calibre 9 milímetros o un calibre 38; entonces lo que ellos hacen es modificar todo el cañón, el proveedor y la parte del receptor, que es aquella donde entra el proveedor, para que la munición de nueve milímetros, que es un poco más larga, pueda entrar allí con todo y proveedor y así poder efectuar el disparo”, reveló el intendente.

Las penas contempladas

Según un informe de la Policía, en Cali, en lo que va del 2021, han sido incautadas 636 armas de fuego ilegales, 37 armas de fuego legales, 789 capturas de orden judicial y 2361 capturas en flagrancia.

Por lo anterior, el teniente Jaime Eduardo Ruiz, asesor jurídico de seguridad y convivencia, dijo que, si una persona es sorprendida en una de las anteriores causales, el procedimiento es incautar el arma e inmediatamente imponer las medidas correctivas de destrucción del bien. Sin embargo, penalmente no hay nada, excepto que la persona cometa un delito o esta esté modificada para un fin.

“El porte de armas traumáticas, neumáticas o de fogueo no esta prohibido en Colombia, no obstante, si una persona incurre en un comportamiento contrario a la convivencia, consumiendo bebidas embriagantes y haciendo uso irregular de la misma, esto conlleva a una serie de procedimientos legales que pueden incluir la captura y judicialización del instrumento”, declaró Ruiz.

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A lo que agregaron fuentes policiales que este ha sido un tema complejo, puesto que en la discusión jurídica siempre se han visto afectados quienes dan un buen uso de estos artículos.

“Como la ley no las prohibe, entonces no tipifica una sanción el hecho de que un bandido aproveche la oportunidad para utilizar estas armas, para beneficiarse y hacer fechorías con ella. Cuando ven a personas de bien con un arma, entonces estas sí son consideradas armas peligrosas y demás, pero mientras sea un delincuente, solo se pasa desapercibido y lo dejan en libertad, no se le dice mucho”, explicó un experto de la Policía.

Igualmente, analistas y abogados aseguraron que la idea para tratar cuestiones de legalidad en el porte y uso de armas es llevando, desde los entes de seguridad y el Ministerio de Defensa, un adecuado registro y control de las mismas, al igual que los comerciantes sepan, por los antecedentes, en qué manos va a terminar el artículo vendido. De esta manera, dijeron los expertos, se pueden evitar el daños a terceros y disminuir los índices de delincuencia en la ciudad.

Para concluir, en un comparativo que realizó la Policía de Cali en su cumplimiento, se observó que, para la misma fecha de enero a julio del 2020, la cifra de comportamientos que ponen en riesgo la vida e integridad era de 282, mientras que este año aumentó en un 173%, con 770 casos de captura, situación que pone en preocupación a la Fuerza Pública.