El Representante a la Cámara, Juan Fernando Reyes Kuri, es el autor del proyecto de ley que busca regular la eutanasia en Colombia. Todo comenzó en 1997, cuando aún era un universitario y en clase se estudiaba la primera sentencia que despenalizaba el procedimiento en el país, tras una ponencia del entonces magistrado Carlos Gaviria.

“Fue una sentencia revolucionaria, que coincidía con mi pensamiento de garantizar la autonomía de cada ser humano para decidir sobre su vida. Por eso, cuando llegué al Congreso, me propuse regular la eutanasia, que después de tantos años de esa sentencia no se ha podido regular”.

¿Cómo busca su proyecto regular la eutanasia?

El proyecto está muy acorde a la sentencia de la Corte que se publicó recientemente. Lo que dijo la Corte y lo que plantea nuestro proyecto es que la eutanasia se amplió para aquellas personas que no necesariamente tengan una enfermedad terminal, como pasaba antes de la sentencia de 2021. Ahora aquellas personas que tengan una enfermedad incurable que le esté generando un sufrimiento insoportable, pueden acceder al procedimiento. También se amplió para personas que tengan una condición física que le afecte su calidad de vida, y le genere sufrimientos insoportables.

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El proyecto determina además que solo los mayores de edad pueden acceder a la eutanasia, y ordena que debe haber un registro oficial de todas las solicitudes que se hacen. Si uno pregunta, le dan el dato de las 157 eutanasias legales que se han hecho en Colombia, pero no hay un registro de cuántas personas lo han solicitado, quiénes son, en qué condiciones están, a cuántas se les ha negado, y esa información es necesaria, así como la aprobación definitiva de este proyecto, para que los médicos no tengan más excusas de no practicar el procedimiento debido a la inseguridad jurídica y a las interpretaciones diversas o amañadas de las sentencias.

En la ley existe el homicidio por piedad. ¿Qué dice el proyecto sobre ello?

El homicidio por piedad es el delito sobre el que se pronuncia la Corte tanto en 1997, como en la sentencia de 2021. La Corte dice: existe el homicidio por piedad, tiene unas penas, pero no se aplica en los casos en los que sea un médico que aplique un procedimiento a una persona, que cumpla unas características especiales y que determine su voluntad de morir de manera libre. Es la persona la que debe decidir, nadie más, y eso queda claro tanto en la sentencia de la Corte como en nuestro proyecto.

¿Qué plantea el proyecto sobre la objeción de conciencia?
En nuestro proyecto a los médicos se les garantiza la objeción de conciencia. Sin embargo, al paciente que desee la eutanasia se le debe garantizar también un médico que no tenga esa objeción de conciencia.

¿Qué falta para que se apruebe?

El proyecto ya fue aprobado en primer debate, va para el segundo. Pronto nos estarán convocando para la discusión en la Cámara de Representantes. La vez pasada perdimos por 3 votos, yo esperaría que esta vez tengamos esos votos. Esperaría que algunos congresistas hayan cambiado su opinión y entiendan que aunque no estén de acuerdo con la eutanasia, que es respetable su posición, acepten y no le impongan su visión del mundo al resto de los colombianos. No aprobar la eutanasia, aunque es respetable la posición de quienes no están de acuerdo por razones religiosas, o éticas, o morales, es imponerle al resto de colombianos una visión del mundo única. Colombia es un país respetuoso de las libertades, y es un Estado laico. Debemos respetar las distintas decisiones.

¿Qué obstáculos ha tenido el proyecto?

Ha habido mucha resistencia de ciertos sectores radicales que quieren imponerle su visión del mundo a los demás. Y lo que les he dicho también es que el proyecto de regular la eutanasia no obliga a nadie a practicarla. El que no quiera hacer el procedimiento, que no lo haga, pero el que sí quiera lo pueda hacer de manera tranquila, sin sentirse per

Pese a las sentencias aún hay barreras...

Así es. Y lo que planteo es que cada quien es dueño de su vida, de su dolor. ¿Quiénes somos los congresistas o cualquier ser humano para decirle a la gente cuánto tiene que sufrir? Cada quien debe decidir qué tanto quiere sufrir, hasta dónde aguanta. E insisto que regular la eutanasia no obliga a nadie a que se la practique, genera las condiciones para que quien quiera hacer el procedimiento lo pueda hacer.

Fíjate que Martha Sepúlveda, a quien le negaron la eutanasia, dijo algo que me gustó. Ella es católica, y dijo: “estoy segura que Dios no quiere este sufrimiento para mí”. Y está tranquila con ese concepto. ¿Por qué juzgarla? Ojalá yo nunca tenga que tomar esa decisión de recurrir a la eutanasia, pero el día que la llegue a tomar, espero que todo el mundo la respete: el Estado, mi familia, la iglesia, todo el mundo.