Una tradición antigua para los motociclistas es pegar una cinta negra en la farola delantera en forma de X. Los que no saben de este mundo, se preguntan ¿de qué se trata?
Y es que es extraño que usted se haya cruzado con una moto que tiene dicha X en el faro delantero.
Muchos creen que la práctica nació en el mundo de las carreras, en los años 50 cuando los famosos cafe racers, que era un grupo de moteros, empezaron a pegar la cinta en forma para que al andar a alta velocidad todo fuera más seguro y la farola pudiera mantenerse en su lugar.
Los Café Racers era un estilo de motociclismo y de motocicleta que se popularizó en los 1950, los cuales personalizaban sus motocicletas.
Pero la historia, según el portal Gente de Moto, inició en los soldados durante la Primera Guerra Mundial, quienes las usaban en los vidrios de las luces de los autos.
Cuenta la historía que esto se utilizaba en la guerra como forma de protección del faro, por lo que si algo golpeaba contra el este, las cintas contendrían los pedazos, dejando la luz lo más entera posible.
Los siguientes en adoptar las cintas fueron los vehículos de carreras de la década del 50, también para evitar que las luces se rompieran con piedras, ya que era necesario que las luces funcionaran bien, sobre todo si la carrera era de larga duración.
Fue así como los pilotos amateurs y los aficionados a la velocidad, decidieron empezar a colocar las cintas en sus motocicletas, pero ahora sí como un detalle distintivo.
Y es que, al parecer, usar la X le daba a los conductores un estatus tanto en las café racer europeas como en las bobber (estilo limpio y sin adornos de las motocicletas) en USA, ya que el poner la cinta, era sinónimo que el dueño de la unidad era un motociclista experimentado.
Hoy en día, esta práctica no ha desaparecido, pero ya son los mismos modelos los que las traen incorporadas a sus diseños con materiales resistentes, e incluso con rejillas para proteger las farolas.
Lo cierto es que las cintas negras colocadas en forma de X en los faros de las motos, actualmente se han convertido tan solo en un detalle estético.
Pero no hay que olvidar que realmente tuvieron una razón de ser, sobre todo en el mundo de las carreras, la velocidad y la conducción.