Comunidades de Caloto, Cauca, se movilizaron para rechazar el reclutamiento de niños en ese territorio

Este domingo 21 de diciembre de 2025, en el municipio de Caloto, al norte del departamento del Cauca, se realizó una marcha pacífica por las principales calles de esta localidad, la cual fue convocada por organizaciones sociales, pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes y campesinas de esta zona del país.

Por eso esta movilización se convirtió en un acto colectivo en defensa de la vida, el territorio y los derechos de los niños, niñas y jóvenes, en medio de un contexto marcado por la persistencia de la violencia y el reclutamiento forzado por parte de los grupos armados al margen de la ley que ahora se enfrentan en este municipio y otros de la parte nororiental del Cauca.

Durante la jornada, hombres, mujeres y jóvenes portaron pancartas, mensajes de paz y símbolos culturales, reiterando su rechazo a la guerra y su llamado a la protección de la niñez, todo porque estos pequeños son el futuro de la región, de ahí que las comunidades reiteraron el llamado para protegerlos

De ahí los manifestantes coincidieron en la necesidad de unir esfuerzos desde la diversidad para exigir garantías de vida digna y tranquilidad en los territorios, más cuando en las últimas semanas se han presentado varios enfrentamientos entre las disidencias de las Farc, el frente 57 Yair Bermúdez y la guerrilla del ELN en esta parte del suroccidente colombiano.

Hay que decir que a esta movilización se sumó el director general de la Unidad de Restitución de Tierras, Giovani Yule, quien acompañó a las comunidades y lanzó un llamado urgente para que cesen los hechos violentos que afectan no solo al Cauca, sino a todo el país, con especial énfasis en el reclutamiento de menores de edad. Ellos deber estar en las aulas y no en las filas de los grupos armados al margen de la ley.

“El llamado fue claro: paren la violencia, dejen al pueblo tranquilo, la gente está cansada de la guerra. Nuestros niños y niñas no pueden seguir siendo víctimas de esta confrontación. El Cauca necesita vivir en paz, compartir en familia y entre amigos, y avanzar por el camino de la reconciliación. Colombia merece un presente y un futuro sin miedo”, expresó el mayor Giovanni Yule al momento de participar en este recorrido.

El director de la URT también señaló que los territorios están dispuestos a ser actores activos en la construcción de paz. Afirmó que, si los grupos armados y el Gobierno Nacional deciden avanzar en escenarios de diálogo, las comunidades están abiertas a recibirlos, convencidas de que la palabra, el respeto y el entendimiento son herramientas fundamentales para superar este conflicto.

Por su parte, el líder del Resguardo Indígena de Huellas, en Caloto, y exgobernador Alejandro Casamachín, indicó que esta movilización envió un mensaje directo a los actores armados, especialmente en el marco de las celebraciones de Navidad.

“Este fue un llamado para que cese la violencia, para que se permita a los pueblos del Cauca compartir en paz, para que no se recluten más menores de edad y para que la violencia no sea lo que identifique a nuestro departamento”, manifestó Casamachín.

“En medio de tanta violencia, la religión y el arte nos enseñan a encontrarnos como seres humanos, como ciudadanos. Aquí hay indígenas, afrodescendientes, campesinos, jóvenes y mayores, todos distintos, pero unidos por el respeto y la convivencia pacífica. La música, la danza, la palabra y la fe nos permiten sanar heridas y caminar juntos como comunidad”, agregó Oviedo.

El líder cultural expresó además que estas expresiones fortalecen el tejido social y se convierten en una alternativa para alejar a niños y jóvenes de la guerra. “Cuando un muchacho encuentra un espacio en el arte o en la espiritualidad, encuentra también un motivo para vivir y soñar. Por eso defendemos la cultura como un camino real hacia la paz”, concluyó.

La movilización finalizó de manera pacífica, con actos simbólicos y mensajes de esperanza en el parque principal de este municipio, reiterando el compromiso de las comunidades de Caloto de seguir defendiendo la vida, el territorio y el futuro de las nuevas generaciones, aun en medio de las dificultades que enfrenta el Cauca.