El Ejército Nacional salió a aclarar este lunes las versiones que circulaban en redes sociales sobre una supuesta denuncia interna contra el brigadier general Federico Alberto Mejía Torres.
Según la institución, el mayor general Erik Rodríguez Aparicio, segundo comandante del Ejército, no interpuso denuncia alguna contra su homólogo, pese a que su firma aparece en documentos procesales.
De acuerdo con el comunicado oficial, la presencia de Rodríguez como “demandante” se debió a un trámite administrativo que exigía su rúbrica, pero no correspondió a una acusación personal ni a una acción deliberada contra el general Mejía.
La Fiscalía Delegada ante la Corte Suprema de Justicia abrió indagación preliminar el pasado 4 de mayo de 2025. El origen de este proceso, según confirmó el propio Ejército, fue una serie de publicaciones de la revista SEMANA, que revelaron presuntas alianzas ilegales entre tropas bajo el mando de Mejía y grupos armados en el departamento del Cauca.
El caso involucra acusaciones por concierto para delinquir y señala que uniformados habrían coordinado con estructuras armadas para enfrentar a las disidencias de las FARC en la región de Ortega. La Fiscalía continúa recolectando pruebas sobre los hechos.
En el mismo comunicado, el Ejército señaló que al interior de la institución se abrieron actuaciones disciplinarias relacionadas con la información publicada en medios. Además, la Procuraduría General de la Nación inició una investigación administrativa derivada de las revelaciones de SEMANA.
“El Ejército Nacional reafirma su compromiso con los principios de legalidad, justicia, transparencia y respeto a los derechos de todos los miembros de la institución”, precisó la comunicación.
SEMANA expuso videos y chats en los que aparece mencionado el general Mejía en conversaciones con un hombre identificado como Joselito, presunto encargado de armar a la comunidad para realizar patrullajes conjuntos con militares.
La revista también informó sobre la operación Perseo, en la región de El Plateado, Cauca, donde supuestamente se habría dado una alianza irregular con facciones de las disidencias de alias Iván Mordisco.
En su momento, el general Mejía reconoció la posibilidad de que se hubieran dado hechos irregulares, pero aseguró que él mismo denunció esas situaciones ante las autoridades.
Las revelaciones han generado inquietud en el ámbito militar y político. Mientras tanto, las investigaciones de la Fiscalía y la Procuraduría siguen en curso, y las autoridades mantienen bajo la lupa las actuaciones de quienes estuvieron al mando de tropas en escenarios donde confluyen narcotráfico, disidencias y estructuras paramilitares.