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“La Guerrilla entendió que militarmente no puede enfrentar al Ejército”: General Federico Mejía, comandante saliente de la Tercera División del Ejército
El uniformado fue, hasta hace dos semanas, el comandante de la Tercera División del Ejército Nacional. Habló con El País y entregó balance.
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4 de sept de 2025, 10:28 a. m.
Actualizado el 4 de sept de 2025, 10:28 a. m.
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El general Federico Mejía dejó la dirección de la Tercera División del Ejército Nacional, que opera en los departamentos del Valle, Cauca y Nariño, una de las regiones más complejas en materia de orden público del país por la presencia de grupos ilegales.
En diálogo con El País, contó en qué quedó la incursión a El Plateado, en el Cauca, qué pasó con las operaciones en zona rural de Jamundí, explicó qué le quedó pendiente por hacer y cuál cree que es su principal logro.
¿Qué balance hace de su paso por la Tercera División del Ejército Nacional?
Ha sido un balance muy positivo porque pudimos establecer que a partir de la confianza y las acciones de gran impacto llegamos a territorios como el Cañón del Micay, lugares que han sido abandonados por muchos años.
Comprendí que es muy importante llegar con nuevas propuestas y oportunidades a las familias campesinas que dependen del cultivo de hoja de coca. En esos territorios vimos la oportunidad de encontrar en el cultivo de café una nueva opción de sustento y fue así como logramos cambiarle la vida a diferentes familias.
No me quedo solamente con el hecho de haber podido realizar diferentes operaciones militares, sino también con todo el componente social que tuvimos. En estas operaciones colocamos a prueba las capacidades que tiene el Ejército Nacional en el desarrollo de operaciones y demostramos cómo, a través de acciones como Perseo, conquistamos territorios que antes pensábamos que era imposible llegar.
Gracias a estas estrategias logramos que se entregara alias Kevin, pues él se vio envuelto en una serie de operaciones militares que terminaron llegando a sus áreas de influencia.
Para mí también fue muy importante haber desarrollado operaciones como Escudo del Norte o Coraza, que nos permitieron llegar a Betulia o Villa Colombia, en Jamundí, que son áreas base y de dominio de la disidencia Jaime Martínez de las Farc.

Todas estas operaciones fueron acompañadas de asonadas porque la guerrilla entendió que militarmente iba a ser imposible enfrentar el avance y la contundencia del Ejército, por lo que se vieron obligados a instrumentalizar a la población y corretear a las tropas para obligarlas a salir de muchas áreas del departamento del Cauca.
A pesar de esto, hoy tenemos una población que ya convive con el Ejército y que es amiga de las Fuerzas Armadas porque estaban cansados de vivir durante años en una cultura dependiente de la hoja de coca.
¿Cree que a la incursión militar que se hizo en El Plateado le faltó un poco más de acompañamiento del Estado y que fuera una intervención más transversal?
Hay la necesidad de que detrás de cada operación militar el Estado esté presente. Si bien se dieron computadores para educar a través del Ministerio de las TIC en el Cañón del Micay y se realizaron algunos programas por parte del Ministerio de Agricultura en el 2023, hay cosas que nos quedaron faltando.
Eso sí, hay una serie de programas y proyectos que aún están en ejecución y que se deben hacer lo más rápido posible para poder ganarnos a toda esa población del Cañón del Micay.
¿Cuál es su diagnóstico sobre la actualidad de la disidencia Jaime Martínez de las Farc? ¿Se ha fortalecido en el último año?
Esta es una guerrilla que depende de toda la actividad narcotraficante que les permite a ellos continuar con toda esa violencia en el territorio. De ellos solamente podemos esperar que busquen continuar con ese dominio territorial a través de los laboratorios de cocaína y de pasta base de coca.
Esta estructura tiene las capacidades económicas para poder comprar y adquirir elementos y materiales terroristas y mostrarse fuerte ante una sociedad que está inerme ante ataques terroristas.

Hace mes y medio hubo incursión militar en zona rural de Jamundí, por lo que varias familias resultaron desplazadas. ¿Por qué finalmente el Ejército se volvió a retirar de la zona?
Las asonadas son la última opción que tienen estos guerrilleros para sacar al Ejército de la zona utilizando la población civil y eso fue lo que pasó en Jamundí.
Ellos con las asonadas buscan tener estas zonas totalmente libres y sin ningún tipo de control para poder mover la droga y pasar sin problema por los corredores de movilidad.
Las operaciones del Ejército se deben mantener hasta que haya un verdadero control por parte de las tropas en estos territorios olvidados.
¿Por qué están atacando tanto al Ejército con drones?
Estos ataques han disminuido por lo menos en un 90 % ya que son muchos los que todos los días se frustran.
El Ejército ha ido adquiriendo equipos en diferentes zonas pero aún nos faltan porque son equipos supremamente costosos y no es fácil tenerlos en todo el territorio. Hemos visto el compromiso que ha tenido el Gobierno regional en la adquisición de estos medios y tanto el departamento del Cauca y del Valle nos han apoyado mucho.
¿Cuál fue su principal logro estando al frente de la Tercera División del Ejército?
Haber logrado operaciones importantes que marcaron un inicio y un final contra la disidencia Jaime Martínez y la Carlos Patiño en áreas donde se creía que era imposible de llegar. Esto le demuestra a los colombianos que el Ejército puede desarrollar operaciones con carácter, decisión y valentía para lograr entrar hasta estos territorios.

¿Qué tarea le quedó pendiente por hacer en la Tercera División?
Me quedó faltando generar una actividad operacional fuerte contra las estructuras de la disidencia Dagoberto Ramos.
Aquí nos faltó mayor contundencia y más tiempo para haberle generado una actividad operacional a estas estructuras que se financian a través del narcotráfico de marihuana.
¿Cuál fue la recomendación que le dio al nuevo comandante de la Tercera División?
Continuar con el desarrollo de las operaciones militares porque hay cabecillas que todavía están en zonas alejadas ejerciendo su actuación criminal. Le dije que hay que actuar de manera contundente y permanente para obligarlos a que se entreguen como lo hizo alias Kevin, pues todavía nos falta que se entregue alias Giovanni, quien debe estar muy asustado porque en los próximos días será objeto de una operación militar.
Comunicador social y periodista de la Universidad Autónoma de Occidente. Especialista en comunicación y periodismo digital. Periodista del Diario El País desde el 2017 y docente universitario.
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