Una investigación internacional reveló nuevos detalles sobre el intento de las disidencias de las Farc, lideradas por Iván Mordisco, de adquirir un arsenal de guerra a través de una operación que involucró un viaje a Europa.
Documentos judiciales señalan que un emisario del grupo viajó a República Checa con el objetivo de negociar directamente un intercambio de cocaína por armamento pesado destinado a fortalecer la estructura criminal en Colombia.
El viaje, según la información conocida, se habría realizado en diciembre de 2023. La misión del enviado consistía en verificar la calidad del arsenal ofrecido y coordinar la logística del eventual envío hacia América Latina.
En la reunión, el emisario revisó fusiles AK-47, ametralladoras, lanzagranadas y alrededor de un centenar de granadas de fragmentación. Estas armas serían pagadas con cargamentos de cocaína producidos en zonas controladas por el grupo.
La intención no era solo ampliar su capacidad de defensa frente a la Fuerza Pública, sino también ejecutar acciones ofensivas de gran impacto.
De acuerdo con las autoridades, las disidencias contemplaban utilizar el armamento en atentados de gran escala contra instalaciones militares, puestos policiales y objetivos estratégicos, lo que elevaría el nivel de amenaza en regiones donde este grupo ejerce presencia.
El expediente que destapó la operación también vincula a presuntos coordinadores logísticos y financieros de la organización, quienes habrían mantenido contactos con proveedores europeos y redes criminales internacionales.
Entre los investigados figura un hombre identificado bajo el alias de “Marlon Vásquez”, señalado como pieza clave en las negociaciones y en la articulación con carteles extranjeros.
La ruta diseñada por la estructura pretendía sacar cocaína desde el Pacífico colombiano, trasladarla a Centroamérica y posteriormente enviarla a terceros países donde sería intercambiada por armamento. La operación contaba con múltiples capas de ocultamiento para evitar la detección, tanto en puertos como en aeropuertos.
Este hallazgo evidencia el alcance transnacional de las disidencias y su capacidad para establecer alianzas con redes de tráfico de armas en Europa del Este. También ha generado preocupación entre autoridades de seguridad, que advierten que un arsenal de ese calibre podría alterar el equilibrio militar en regiones ya afectadas por la expansión del grupo.
La investigación sigue en curso con participación de agencias de Estados Unidos, Europa y Colombia. Las autoridades esperan identificar a fondo a los proveedores europeos y bloquear posibles nuevas rutas de tráfico.
Entretanto, el caso se ha convertido en una señal de alerta sobre la capacidad de las disidencias para operar más allá de las fronteras y sobre la sofisticación de sus mecanismos de abastecimiento.