La Policía metropolitana del Valle de Aburrá dio a conocer una captura insólita. Ocurrió cuando se encontraban realizando un procedimiento de registro y control en el barrio Castilla, de la ciudad de Medellín, en donde se toparon con una persona que tenía en su poder dos animales: una boa constructor, peligrosa serpiente conocida por su letalidad, y un conejo.

Luego de este hallazgo, se le imputó el delito de aprovechamiento ilícito de recursos naturales renovables. Ambos animales estaban en precarias condiciones, debido al trato al que habían sido sometidos por parte del hombre.

Boa constrictor recuperada en Medellín. | Foto: Área Metropolitana.

La boa, cuyo valor ecológico se estima en seis salarios mínimos mensuales legales vigentes, fue entregada al Área Metropolitana, par su posterior cuidado por parte de profesionales veterinarios.

Según informó el general William Castaño, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, la persona capturada fue puesta a disposición de la Fiscalía General de la Nación, para que responda por estos delitos.

“Durante el procedimiento se logró la incautación de una especie de la fauna silvestre colombiana, una boa constrictor, cuyo valor ecológico está estimado en seis salarios mínimos mensuales legales vigentes“, aseguró Castaño.

Por su parte, el conejo fue trasladado al Centro de Bienestar Animal La Perla para recibir atención y cuidado especializado, según informaron las autoridades, a la vez que se confirmó que el capturado deberá responder por los cargos que se le imputan.

La Alcaldía de Medellín resaltó que acompañarán a las unidades policiales, quienes van a continuar realizando este tipo de operativos para evitar el uso indebido de la fauna o, en su defecto, el tráfico ilegal de este tipo de especie.

Debido a su alto valor en el mercado negro, tanto a nivel nacional como internacional, estos animales son sacados de su ambiente usualmente. El impacto de este tipo de acciones por parte de terceros pone en riesgo la fauna y flora propia de esta región.

Autoridades se toman el Terminal de Cali para evitar tráfico de fauna | Foto: El País

Operativos como estos dan cuenta del creciente número de casos en los que animales silvestres exóticos, como boas y monos titíes, son trasladados de sus lugares de origen para ser traficados a personas que pagan grandes cantidades de dinero, en lo que son hábitos relacionados con lujos en ciertas regiones del país, sin tener en consideración el daño que están haciendo tanto a los animales como al futuro del medio ambiente en las regiones y el país.

Junto con la minería y la extracción de madera de forma ilegal, el tráfico de animales representa uno de los principales retos para las autoridades en Colombia.