El fenómeno de las invasiones en Cali no para de crecer. Hoy se estima que hay 3000 nuevos techos (cambuches) en diferentes zonas de la ciudad, es decir, un aproximado de 15.000 ‘invasores’, personas que, por diferentes motivos, arman un hogar con plásticos y cartones.

Esta situación es más común verla en zonas de ladera, el oriente e incluso en los cerros tutelares de la ciudad, como las Tres Cruces o Cristo Rey, donde las denuncias son constantes.

“Cali lleva 70 años en un proceso permanente de invasión y todo empezó con las de Siloé, Terrón Colorado, Altos de Menga, entre otros barrios; de hecho, hoy todavía se continúa invadiendo y construyendo irregularmente en estos sectores”, expresó César Lemos, delegado del Alcalde ante el Comité de Control de Invasiones y Protección de Ecosistemas de Cali.

La situación es tan crítica que, según Lemos, actualmente el 44,57 % de los hogares de Cali son asentamientos precarios, es decir, un total de 300.728 hogares; además, el 39 % de ellos están en zona de alto riesgo no mitigable (unas 117.283 viviendas). Esto, teniendo en cuenta que la ciudad tiene 600.000 hogares, según datos de la Alcaldía.

Esa cifra tan alta de asentamientos precarios se explica porque muchas invasiones se han ‘normalizado’, por ejemplo, el sector de Bataclán, aledaño al Cerro de las Tres Cruces, donde ha sido imposible controlar el crecimiento exponencial de viviendas irregulares.

Según cifras de la Administración Municipal, actualmente en la ciudad se han identificado 280 puntos o sectores en los que se concentran las invasiones, siendo alrededor de siete los que más invasores tienen.

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“Esta situación se agravó durante el paro y la pandemia, ya que fue ahí donde se hicieron las mega invasiones que hoy están afectando el oriente de la ciudad, que son alrededor de siete u ocho: Dalia, Cauquita, El Pondaje, los humedales Ibis y Pachecho, y se consolidaron otras como la que están en Mojica. En total, calculamos que hay más de tres mil personas en esos asentamientos”, agregó Lemos.

No obstante, desde el Comité de Invasiones informaron que diariamente se realizan operativos de control a estos asentamientos.
De hecho, el pasado miércoles, funcionarios de la Alcaldía llegaron muy temprano a un predio ubicado en Bataclán, sector de las Tres Cruces, para el desalojo de un terreno de unas cinco hectáreas, del que se apoderó un particular hace más de dos años. El predio pertenece al Municipio.

“Esta es un área protegida porque hace parte del Ecoparque Bataclán, aquí hay una clara afectación del suelo, del ecosistema, de los árboles y son intervenciones que hacen que sea difícil lograr que vuelva a su estado inicial”, dijo la directora del Dagma, Francy Restrepo, quien participó la intervención.

Cualquier persona que recorra los principales cerros de la ciudad puede ver cómo las viviendas improvisadas parecen unos pequeños pesebres hechos de cartones, latas y lonas, en los que permanecen por años.

Otro gran ejemplo de lo anterior es la zona cercana a Yanaconas, donde el número de invasiones va en aumento. Allí reina el silencio entre la comunidad que por temor no hace denuncias. Otros saben que instalarse en ese sector está mal, pero lo hacen. Algunos porque no tienen más opciones.

“Hacia allá (Yanaconas) si se ve que han estado construyendo más casas e incluso se ha escuchado que están vendiendo lotes. Pero la verdad es mejor no hablar de eso, muchas cosas se han visto por ponerse a hablar de temas que no le incumben a uno”, expresó temeroso y en voz baja un habitante del sector de la ciudad.

¿Por qué persisten las invasiones?

Por años se ha pedido más control a esta problemática. La concejal Diana Rojas dijo que este es un flagelo al que se le dejó coger ventaja, “apenas en 2018 la Administración de Maurice Armitage conformó una unidad de acción contra las invasiones que se mantiene activa. Sin embargo, la capacidad institucional sigue siendo muy limitada frente a ese problema”.

Según la cabildante, en Cali hay cerca de 90 mil familias que no tienen vivienda, situación que también podría influir en el crecimiento de las invasiones.

Precisamente, el concejal Juan Martín Bravo comentó que la necesidad de vivienda es aprovechada por bandas criminales que hacen negocio con las invasiones. “Un punto álgido de esta problemática está en Pizamos Tres y en Villa Mercado, por donde se está haciendo la estación de Aguablanca. Pero la Alcaldía ha permitido que se hagan esas invasiones, incluso se ha visto cómo algunos partidos políticos hacen campaña en estos sitios”.

El Comité de Control de Invasiones y Protección de Ecosistemas tiene identificadas dos bandas criminales que negocian lotes en el oriente de Cali, llegando incluso a cobrar más de $ 7 millones por terreno. Hasta el momento estos hechos son materia de investigación.

Por eso, Bravo propuso que la Alcaldía tenga una ‘Secretaría de Invasión’ o una subsecretaría dedicada 100 % a estos temas y que cuente con el presupuesto para trabajar en la prevención, porque hasta el momento solo se reacciona cuando ya está la invasión”.

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Por otra parte, Enrique Rodríguez, director del Centro de Estudios Jurídicos, Sociales y Humanistas de la Universidad Icesi, consideró que no se puede decir que la situación se le ha salido de las manos a las autoridades, porque siempre ha existido en la ciudad una demanda para sectores populares mucho más alta que la oferta.

“Lo que tiene que hacer la ciudad es cualificar y mejorar la oferta de vivienda, sacar provecho de los planes disponibles por el Estado, del cual históricamente hemos sacado poca ventaja, y desarrollar iniciativas que permitan que las personas encuentren un hogar”, recalcó el experto.

Al respecto, desde la Secretaría de Vivienda explicaron que el gobierno local lo que hace es brindar subsidios para que la gente pueda adquirir su casa propia, los cuales son complementarios a los entregados por el Gobierno Nacional.

Hasta el momento hay en oferta en la ciudad 16.050 Viviendas de Interés Social, y la Secretaría dio la posibilidad a los caleños, hasta el pasado 31 de mayo, de aplicar a un subsidio de hasta $10 millones, con el que se esperaba beneficiar a cerca de 500 hogares.

El impacto

De acuerdo con Víctor Martínez, director de Corpocerros, “las invasiones afectan totalmente el ecosistema de la ciudad. Se invade el espacio público, las zonas aledañas a los ríos, que se vuelven alcantarillas. Ese es un efecto ecológico grave para Cali”.

Según Emcali, en las comunas 1, 18 y 20 es dónde está el mayor número de asentamientos de desarrollo incompleto, por lo que las pérdidas de agua en esos sectores son del 60 %, debido a conexiones ilegales. Sin embargo, no es posible cuantificar cuánto corresponde a las invasiones porque no poseen elementos para medir como los contadores.

Además, indicaron que Emcali no hace actualmente operativos de suspensión o instalación de servicios en los asentamientos de desarrollo incompleto, sino que estos deben estar ordenados y acompañados por la Alcaldía. Pero, en lugares como la parte alta de la Comuna 18, por medio de una acción popular, la entidad se vio obligada a instalar redes, amparados en la Ley de Mínimo Vital.

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Al tener en cuenta todo este panorama, la Administración Distrital está ideando un plan de choque que incluye operativos de desalojo en los más de 280 sectores con invasiones que hay a lo largo y ancho de la ciudad.