Algunos residentes del barrio Puertas del Sol, en el oriente de Cali, reportaron ante El País Denuncia la presencia de un grupo de personas que habría levantado un cambuche y estarían consumiendo y vendiendo drogas junto a la sede del colegio Monseñor Ramón Arcila, sobre la Calle 98 con Carrera 26G, en el oriente de Cali.

La situación, según la comunidad, genera temor, olores fuertes ocasionados por dichas sustancias y un ambiente inseguro que afectaría directamente a los estudiantes y docentes del plantel.

De acuerdo con el reporte ciudadano, el asentamiento improvisado se ubica justo al lado de la malla que separa el colegio del polideportivo de Puertas del Sol 5.

Los denunciantes aseguran que, bajo la sombra de los árboles sin podar, un grupo de personas ha permanecido allí de forma constante, consumiendo y expendiendo estupefacientes.

“Es una olla de drogadictos que están todo el día ahí, a la vista de los niños en los salones. Los olores de bazuco y marihuana se van hacia las aulas y los profesores no pueden hacer nada por miedo a represalias”, manifestó uno de los habitantes que prefirió mantener su nombre en reserva por temor a represalias.

Según la comunidad, en la esquina de la Calle 98 con Carrera 26G se habría instalado un punto de expendio de drogas a pocos metros del plantel educativo. Imagen de referencia. | Foto: Agencia: 123rf

Foco de contaminación e inseguridad

Los vecinos también recordaron que en años anteriores el lugar había sido recuperado mediante una intervención con siembra de plantas y cercado de guadua.

Sin embargo, con el paso del tiempo el cerramiento fue destruido, se acumularon escombros y basura, y el punto volvió a ser ocupado. “La comunidad siente miedo de pasar por ahí o decirles algo. Ni la Policía pasa por ese sector, agregaron los denunciantes.

Los denunciantes también pidieron vigilancia constante en la zona, poda de los árboles que generan sombra sobre la malla y la limpieza del área afectada.

“El llamado es a encontrar una solución de raíz, porque cada vez se observa más destruida la comunidad y eso nos preocupa como comunidad”, expresaron los residentes del sector.

La comunidad manifestó además que el sector hace algunos años lucía sin escombros ni cambuches. “Antes era un lugar limpio, con zonas verdes; hoy es totalmente diferente y desolador para quienes vivimos acá”, afirmaron.

Y es que aparte de alertar sobre la situación, los denunciantes hacen un llamado a las autoridades y a la Administración, con el propósito de que se tomen medidas que contribuyan a disminuir este impacto ocasionado por la inseguridad.

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