Exministro de Salud contradice al presidente Petro con cifras alarmantes sobre intervención de la Nueva EPS

El debate sobre el sistema de salud en Colombia se intensificó este viernes tras la alocución del presidente Gustavo Petro, en la que defendió la gestión de su gobierno frente a la Nueva EPS.

La entidad, intervenida en abril de 2024, según la Contraloría no ha mejorado sus indicadores financieros ni administrativos, sino que los ha empeorado. “Las EPS son un sistema de corrupción política” y “este caso de la Nueva EPS así lo demuestra”, aseguró el mandatario en su intervención televisada.

Las palabras del presidente encontraron rápida respuesta en el exministro de Salud Fernando Ruiz, quien publicó varios trinos en los que cuestionó la validez de las cifras presentadas por Petro.

Según el exfuncionario, los datos provienen de la Superintendencia de Salud, organismo que depende directamente del Ejecutivo y que, además, fue el encargado de realizar la intervención. Para Ruiz, la entidad no puede ser juez y parte en un proceso que ya ha mostrado fallas.

“Esta debe ser una auditoría independiente para que tenga alguna credibilidad. Es todo un chiste que la SuperSalud, la causante del desastre, vaya ahora a hacer una auditoría sobre su propia gestión. También la Contraloría General debe acompañarla, es su función. De otra forma, dejar solo al ratón a cuidar el queso”, expresó Ruiz.

El exministro recalcó que en los últimos dos años la Nueva EPS registra anticipos no legalizados por 11,9 billones de pesos, facturas “por procesar” por 12,8 billones y un patrimonio negativo cercano a los 10 billones de pesos, al no presentar estados financieros desde 2022. Estas cifras, dice, reflejan el deterioro progresivo de la entidad bajo la supervisión estatal.

Además, insistió en que las consecuencias no se limitan a los balances contables. “Ni hablemos de daños... pregúntele a los pacientes”, apuntó, en referencia a los más de 11 millones de afiliados que dependen de la EPS para acceder a servicios médicos.

Críticas al gobierno

Mientras Petro sostiene que las EPS simbolizan la corrupción y que la intervención busca desmontar esos esquemas, Ruiz acusa al gobierno de profundizar la crisis al entregar el manejo de la entidad a organismos sin independencia ni resultados efectivos.

La Contraloría, en sus informes recientes, ha respaldado la preocupación al señalar que los indicadores financieros de las EPS intervenidas, incluida la Nueva EPS, no solo no mejoran, sino que en varios casos se han agravado.

El pulso entre el Ejecutivo y los críticos del modelo de intervención sigue abierto, en un escenario en el que los pacientes temen que la disputa política se traduzca en mayores barreras para recibir atención en salud.