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Otty Patiño | Foto: Colprensa / El País

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"Cese al fuego debe ser progresivo e irreversible": habla Otty Patiño, jefe de la negociación con el ELN

Otty Patiño, jefe negociador del Gobierno con el ELN, entregó detalles de lo que se está discutiendo en la mesa con esa guerrilla.

23 de febrero de 2023 Por: Winston Viracacha Pava, especial para El País

"Lo que hemos planteado como elemento importante es que el cese debe ser de hostilidades y escalonado. Pienso que los ceses temporales no son convenientes. Creo que debe ser algo progresivo e irreversible, es decir que, sobre lo que se avance, se siga progresando cada vez más; no tenga reversa y no es bueno hacer ceses temporales, a no ser que sea para evaluar cómo nos ha ido en ese tiempo”.

Así lo aseguró desde México Otty Patiño, el jefe del equipo negociador del Gobierno Nacional con el ELN, quien precisó que la población debe ser la protagonista principal y el beneficiario principal de los ceses que se pacten con esa guerrilla.

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En la instalación de este segundo ciclo de conversaciones, usted dijo que la mesa no puede ser infalible ni arrogante, ¿por qué?

Porque la mesa modela unos acuerdos, pero, cuando se vaya a la implementación, que es el modelo que hemos acordado, puede chocar con realidades y debe adaptarse a realidades de lo que piensan los habitantes de la región. Es decir, son hipótesis de trabajo, una guía, pero no pueden ser infalibles. Hay que tener la humildad para confrontar lo que piensa la mesa, las dos delegaciones, con lo que piensa la gente.

También habló de liderazgo...

Porque la mesa tiene que convertirse en un liderazgo colectivo de paz. La paz siempre necesita ese elemento de liderazgo, de saber conducirse ella misma y saber conducir los esfuerzos del país y los temores que tienen muchas comunidades, e incluso muchas fuerzas guerrilleras, de hacer la paz, porque la paz significa un cambio de situación, que a veces se da de manera abrupta, así que necesita generar confianza y eso solo se genera a través de los liderazgos.

Hablando del cese, usted dijo que no vienen a buscar treguas sino a una búsqueda en conjunto...

Sí, para llegar a una desactivación del conflicto armado, donde las armas se conviertan en instrumentos inútiles para hacer la política; donde sea la palabra, el liderazgo tanto personal como colectivo de la gente que hoy está en armas, el que sirva para que puedan entrar a la vida civil sin necesidad de usar las armas como un instrumento de la política.

¿Pero ‘Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN, ha dicho que van a buscar llegar a un cese temporal?

Lo que hemos planteado como elemento importante es que el cese debe ser de hostilidades y escalonado. Pienso que los ceses temporales no son convenientes. Creo que debe ser algo progresivo e irreversible, es decir que sobre lo que se avance se siga progresando cada vez más, no tenga reversa y me parece que no es bueno hacer ceses temporales, a no ser que sea para hacer las evaluaciones de cómo nos ha ido en ese tiempo, pero con un sentido de continuidad.

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¿Y si no es posible pactarlo de manera definitiva, sería temporal?

No, la idea es llegar a un cese definitivo y a una inutilidad de las armas. E l fin del conflicto hay que verlo siempre así, no por pedacitos. Por eso es muy bueno que ellos participen en política, que, en la medida en que haya más participación, haya menos ruido de las armas.

Pero parece que será difícil negociar ese carácter definitivo...

Por eso tiene que ser progresivo. En cada ciclo deben producirse hechos que aumenten el volumen de la política y disminuyan la importancia de las armas.

¿Y ese cese se aplicaría en las mismas zonas donde hoy está el ELN?

Tiene que ser ahí, porque allí es donde se producen los combates y el hostigamiento de la población. Hay un clamor muy fuerte por proscribir el uso de armas no convencionales, como las minas antipersonales, y hay actividades que son rechazadas por la población, como la extorsión, el confinamiento de las comunidades y el reclutamiento forzado de niños y niñas. Eso tiene que acabarse.

O sea que estaría enfocado en la población...

Básicamente en lo que significa daños contra la población, porque creemos que el protagonista principal y el beneficiario principal debe ser la población, no solamente los combatientes que se desarmen, y la población se entiende no solo las víctimas del conflicto armado, sino quienes por distintas causas han sufrido ese embate de la violencia o el abandono mismo del Estado.

¿Qué tan optimista está usted para lograr ese cese de hostilidades?

Estoy optimista, pero creo que no hay que reducirlo solo al cese de hostilidades. Hay que pensar en que la política de los armados, en este caso del ELN, eleve su nivel. Veo eso como una situación recíproca e inversa: entre más política, menos hostilidades. Si se trabaja solo un aspecto, puede surgir un empantanamiento; si se ve de manera simultánea, sí podemos tener éxito.

Usted habla de que el ELN debe crecer políticamente, pero ellos han dicho que nos les interesa llegar al Congreso de la República...

Pero es que la política no es solo el Congreso. Puede ser el poder político regional, que puede ser muy interesante para ellos, puede ser el liderazgo social, que algunos de ellos ya tienen, pero que hay que ejercerlo sin armas. Es decir, la política no es solamente un escaño en el Congreso. Creo que ellos quieren hacer una diferencia con la política entendida como representación parlamentaria y por ahora no les interesan esos cargos de representación nacional.

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¿Cómo sería esa progresividad que usted propone sobre el cese?

Una vez se empiece a dar ese cese, va a ser imparable. No queremos determinar tiempos sino situaciones de confianza: entre más la gente sienta que el ELN está pensando en el sufrimiento de la población y actuando de acuerdo con ello, y entre más sienta que el Gobierno responde a ese clamor ciudadano que se vio en las calles y que se confirmó con el voto al actual Presidente, en esa medida los tiempos del cese definitivo de las hostilidades y el fin del conflicto estarán más cerca. Y hay una urgencia: yo he planteado en la mesa de negociaciones que no podemos andar al ritmo de nuestros propios tiempos, sino al ritmo de los tiempos políticos de las comunidades, que siempre son urgentes.

¿Usted le va a pedir al ELN que no interfiera en las próximas elecciones regionales?

Estamos un poco lejos, pero ese tema va a ser muy importante, porque interferir en esas elecciones es altamente negativo, es atentar contra la democracia, y justamente el segundo punto de la negociación es democracia para la paz. Un atentado contra la democracia, así sea en sus niveles de representación política, va en contravía de este propósito. Nosotros no podemos andar en contravía, sino, por el contrario, fortalecer la participación en todos los sentidos, y uno de los elementos fundamentales es la participación política.

¿Han hablado de los secuestrados?

Es un tema que tenemos pendiente. Se ha mencionado en varias ocasiones. Tenemos el caso último del sargento viceprimero y en el día del aniversario de la muerte de Camilo se hizo una liturgia bajo la dirección de la Conferencia Episcopal y de dos arzobispos. Este domingo va a haber en la Basílica de México una eucaristía y ese tema espiritual, que a veces se desconoce o que no entra dentro de los desarrollos de la paz, puede ser muy importante, porque una paz sin espiritualidad es demasiado material y no eleva la espiritualidad de quienes la hacen.

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