Percepción de inseguridad
Cuando se observan esas cifras se entiende por qué es tan alta la percepción ciudadana de inseguridad. Y no se comprenden decisiones de la Administración Municipal como la de reducir cada año desde el 2020 el presupuesto anual destinado a la seguridad, que el sistema de cámaras de vigilancia no opere al cien por ciento, ni no se haga la gestión necesaria ante el Gobierno Nacional para aumentar el pie de fuerza local.
Siga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias
4 de abr de 2023, 11:55 p. m.
Actualizado el 17 de may de 2023, 05:54 a. m.
Cali es la ciudad de Colombia donde los ciudadanos se sienten más inseguros. Si se miran las estadísticas de los delitos que ocurren en la capital del Valle cada año, ese temor de salir a las calles es razonable, va más allá de una simple percepción y demanda la atención decidida de las autoridades.
En la más reciente Encuesta de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, Cali es la ciudad con la percepción de inseguridad más alta en el país, con un 84,1%. Ello quiere decir que de cada cien caleños, hay 84 que no se sienten tranquilos viviendo aquí porque consideran que están expuestos a la delincuencia y la criminalidad.
Preocupa aún más que, según los datos entregados por el Dane, esa sensación de intranquilidad haya aumentado cerca de 23 puntos porcentuales en cuatro años. Mientras en 2019 era del 61,6%, para el 2020 y en medio del confinamiento por la pandemia subió a 65,9%; el salto mayor se presentó entre 2021 y 2022 al pasar de 68,4% al 84,1% actual.
Con ello lo que se les está diciendo a las autoridades locales es que los programas encaminados a garantizar la seguridad de los ciudadanos no están funcionando ni satisfacen a la población. Y que por esa razón se les hace un llamado de atención tanto a la Alcaldía, a través de su Secretaría de Seguridad, como a la Policía Metropolitana para que replanteen sus estrategias y les brinden a los caleños la tranquilidad que demandan.
Los datos sobre delitos cometidos en la capital vallecaucana en 2022 le dan la razón a la comunidad. Cada día del año anterior se denunciaron en promedio 100 robos, sin contar aquellos atracos callejeros que no entran en las estadísticas porque las víctimas deciden no informarlo a las autoridades, ni sumar los homicidios que llegaron a 988 en esos 365 días. Hurtos a celulares y vehículos, fleteos, asaltos a viviendas o al comercio, son los más comunes y en el 39% de los casos estuvo involucrada un arma de fuego.
Cuando se observan esas cifras se entiende por qué es tan alta la percepción ciudadana de inseguridad. Y no se comprenden decisiones de la Administración Municipal como la de reducir cada año desde el 2020 el presupuesto anual destinado a la seguridad, que el sistema de cámaras de vigilancia no opere al cien por ciento, ni no se haga la gestión necesaria ante el Gobierno Nacional para aumentar el pie de fuerza local. Sin desconocer los esfuerzos de la Policía Metropolitana para combatir la delincuencia, los resultados no son los esperados.
A los caleños hay que devolverles la confianza, hacer de la suya una ciudad en la que puedan salir tranquilos, sin sentirse expuestos a la brutalidad de la delincuencia o del crimen organizado. Para lograrlo es necesario que se intervenga con mayor decisión y se destine los recursos que sean necesarios para garantizar el derecho a vivir con tranquilidad en una urbe segura.
6024455000






