Para seguir adelante
Como un avance hacia el equilibrio que necesita el país para mitigar las consecuencias que le ha dejado el Covid-19 deben tomarse las medidas anunciadas el pasado martes por el presidente de la República.
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6 de may de 2020, 11:55 p. m.
Actualizado el 25 de abr de 2023, 09:00 p. m.
Como un avance hacia el equilibrio que necesita el país para mitigar las consecuencias que le ha dejado el Covid-19 deben tomarse las medidas anunciadas el pasado martes por el presidente de la República. Y crece también la advertencia: con cada paso que se dé para reactivar la economía aumenta la responsabilidad de empresarios trabajadores y ciudadanos en el compromiso de evitar el rebrote de la pandemia con sus mortales consecuencias.
Durante casi dos meses, el país ha soportado con paciencia y estoicismo el aislamiento social decretado por las autoridades para detener el crecimiento del contagio. Como en casi todo el mundo, el confinamiento también simboliza para los colombianos su compromiso con la defensa de la salud y la vida como principios fundamentales de la sociedad y el respeto por un esfuerzo que está por encima de cualquier consideración ideológica, política o de cualquier índole.
Así ha sido hasta ahora, destacándose la intención de las autoridades por guiar a las comunidades en el difícil camino que están transitando, así como el acatamiento a sus directrices, no obstante los hechos aislados que han obligado a endurecer controles y medidas coercitivas contra quienes desconocen los mandatos. Así se ha logrado un control que ha impedido hasta ahora que la tragedia afecte a muchos más hogares de los que han debido enfrentar la pérdida de sus seres queridos.
Pero también es necesario interpretar la necesidad de los colombianos de generar ingresos para su subsistencia y de defender sus empresas, grandes, medianas, pequeñas o micro, del colapso al que pueden estar abocadas. No es pues un asunto menor sino, ni más ni menos, la estabilidad social de la Nación, basada en una economía actuante que ofrezca oportunidades, la cual ya no puede seguir siendo subsidiada por el Estado sin correr el riesgo cada vez más evidente y amenazante de la ruptura de las finanzas públicas.
Así deben entenderse las medidas de apertura anunciadas por el presidente Iván Duque, a la par que se mantiene el aislamiento social. Son decisiones difíciles para el Primer Mandatario, los gobernadores y alcaldes, quienes cargan sobre sus hombros una gran responsabilidad. Y son disposiciones que interpretan el sentimiento y la necesidad de la Nación, que no pueden ser calificadas desde el punto de vista ideológico y de aprovechamientos políticos como lo han tratado de hacer en algunos sectores del acontecer nacional.
Está claro también que mientras aparezcan las vacunas contra el Covid-19, hay que convivir con él. Lo que sigue es entonces el deber de cada colombiano de aportar con su conducta para la recuperación de la normalidad y evitar que se deba regresar al aislamiento total, lo que ocurrirá en caso de un recrudecimiento.
A partir del próximo lunes aumentarán los sectores que pueden regresar a sus labores previo cumplimiento de las medidas que expidan las autoridades tanto nacionales como locales. Y hasta el próximo 25 de mayo seguirá el confinamiento parcial. Hay que acatarlas, con espíritu cívico y de solidaridad si queremos recuperar el espacio que nos ha arrebatado la epidemia.
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