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Manos a la obra

Concluido el estudio de prefactibilidad del tren de cercanías que indica la viabilidad del proyecto y calcula sus costos, se inicia una nueva fase de la que puede ser la gran solución para la movilidad y la racionalización de las comunicaciones en Cali y el sur del Valle.

26 de mayo de 2020 Por: Editorial .

Concluido el estudio de prefactibilidad del tren de cercanías que indica la viabilidad del proyecto y calcula sus costos, se inicia una nueva fase de la que puede ser la gran solución para la movilidad y la racionalización de las comunicaciones en Cali y el sur del Valle. Es la oportunidad de progreso que no puede dejarse escapar.

El tren es el proyecto más grande de infraestructura en las últimas décadas en la región y puede ser el impulso para atraer inversión al Valle. Las transformaciones que han experimentado Cali y las ciudades que las circundan indican la necesidad de unirlas como un área metropolitana que ofrezca soluciones para todos.

Por eso es tan importante definir la forma en que se producirá la asociación de los entes regionales y locales, y la realización de los cambios que demandará en la vida de la zona y de sus habitantes.

Mientras se adelanta la fase que le dará forma definitiva, se deben comenzar a realizar trabajos que ya son necesarios. El más dispendioso es la recuperación del corredor férreo de propiedad de la Nación, que hoy está invadido en varios tramos sobre todo en la línea que une a Jamundí con la capital del Valle.

Así mismo hay que proyectar la manera en que la vía férrea atravesará a Cali, al igual que las transformaciones urbanas que se requerirán, como la reubicación de la galería de Santa Elena. Por ello es necesario que los gobiernos, tanto el del departamento como los de los municipios involucrados incluyan en sus Planes de Desarrollo el nuevo sistema de transporte, las obras que se deberán hacer en los próximos años y los recursos que aportarán.

Entre los cambios imprescindibles está el del concepto del transporte público local, para lo cual hay que pensar desde ya cómo se unirá el MÍO al proyecto. Son decisiones que deben estar claras para garantizar que el tren cumpla las expectativas y requerimientos de los usuarios.

También es primordial pensar en la entidad que llevará a cabo la promoción y construcción, la participación del departamento y los municipios que hacen parte del proyecto y la forma en que será operado. Parte importante será definir el respaldo de la Nación y no se puede olvidar que en el país existe la Ley de Metros que crea la obligación del Estado de aportar hasta el 70% de su costo.

Es el momento de reconocer el interés del departamento, de Cali y los municipios vecinos en el propósito. Ahora lo que se debe dar es una respuesta rápida de todos los involucrados, en especial de la capital vallecaucana, el eje del sistema y la ciudad que aporta la mayor cantidad de usuarios.

El tren de cercanías es un desafío para la región. Lo que indica es que tanto el Valle como Cali y los municipios a los cuales llegará deben ponerse de acuerdo para sacarlo adelante y para conseguir la colaboración de la Nación.

Eso es posible y los vallecaucanos podemos hacerlo. Lograrlo permitirá organizar nuestras ciudades, el transporte público, además de brindar seguridad y calidad a los futuros usuarios.

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