Los retos del 2022

Así las cosas, alcanzar la meta de deforestación cero al 2030 será complicado, aunque se puede compensar con el otro propósito, el de sembrar 180 millones de árboles antes de finalizar el 2022.

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7 de ene de 2022, 11:55 p. m.

Actualizado el 17 de may de 2023, 11:31 a. m.

El 2021 no fue la última oportunidad para salvar el planeta como tampoco lo será este 2022, como se ha dicho. Sin embargo, cada acción que se realice y cada decisión que se tome este año serán cruciales en el propósito de conservar esta casa grande en la que vivimos.

Colombia ha hecho compromisos específicos sobre los que deberá trabajar en este nuevo año, primero para proteger su patrimonio natural y además para contribuir a la salud ambiental del mundo. Si bien no se trata de poner un ultimátum, la lógica dice que al ritmo en que avanza el cambio climático, sube la temperatura global y se recrudece el deterioro de los ecosistemas hay que hundir el acelerador de las soluciones.

Cumplir es la premisa. Si en la conferencia climática realizada en Glasgow el país garantizó que el 30% de su territorio se declarará zona protegida en el 2022, deberá hacerlo, lo que significa no solo darle este título a una reserva natural sino garantizar que se cuidará y conservará como se necesita. Son 342.524 kilómetros cuadrados de área continental y 278.600 Km2 de área marítima los que deberán quedar bajo esa denominación; la buena noticia es que la meta ya se consiguió en el caso de las reservas oceánicas, mientras se avanza rápido en lo que respecta a las zonas continentales.

Ojalá pudiera decirse lo mismo sobre la deforestación. La cifra consolidada más reciente es la del 2020, cuando se perdieron 172.000 hectáreas de bosques, principalmente en la Amazonía y el Pacífico que siguen bajo el yugo de los depredadores humanos que talan para ampliar las fronteras agropecuarias, para el comercio de madera y la minería ilegales o para dedicar las tierras arrasadas a los cultivos ilícitos.

Así las cosas, alcanzar la meta de deforestación cero al 2030 será complicado, aunque se puede compensar con el otro propósito, el de sembrar 180 millones de árboles antes de finalizar el 2022. En ese se avanza a buen ritmo, regiones como el Valle del Cauca están haciendo aportes importantes para conseguirlo y si se trabaja como se vio el pasado 12 de octubre, cuando se plantaron siete millones en una sola jornada, el país cumplirá.

El reto mayor para Colombia está en lograr una reducción del 51% de carbono en los próximos ocho años y llegar a la neutralidad en el 2050.
Ello implica realizar una serie de acciones individuales que al unirse permitan alcanzar las metas, la primera de las cuales es detener la deforestación así como evitar que se sigan degradando 4,25 millones de hectáreas de ecosistemas porque ahí es donde se da la mayor absorción de carbono.

También hay que acelerar la conversión hacia las energías verdes y la reducción del uso de combustibles fósiles; comprometer a la industria en su transformación hacia la producción limpia; que las políticas locales aseguren ciudades sostenibles lo que incluye tener sistemas de movilidad eficientes y una planeación urbana afín a las necesidades ambientales actuales. Y se debe atraer inversión extranjera que aporte recursos para esos propósitos así como participar del apoyo internacional para proteger el patrimonio natural.

El 2022 no será la última oportunidad para salvar el planeta, pero lo que se haga sí sumará en el pacto de reducir lo más que se pueda los riesgos ambientales a los que está sometido nuestro hábitat.

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