Los camioneros de Canadá

Tres pasos fronterizos entre Estados Unidos y Canadá, así como el centro de Ottawa, han sido objeto de bloqueos de camioneros que protestan por las exigencias de vacunas contra el Covid-19 impuestas como requisito para transportar entre los dos países. Y aunque ya han sido despejados de manera pacífica, queda el legado de una movilización en nombre de la libertad, la manera de protestar por las restricciones y exigencias que se implantaron para proteger a los seres humanos del terrible e invisible enemigo.

Las manifestaciones empezaron hace diez días en la capital del Canadá, donde centenares de camioneros y de sus familias bloqueaban las vías para rechazar la obligatoriedad de la vacuna para los camioneros que cruzan la frontera entre Estados Unidos y Canadá. Llamado el ‘Freedom Convoy’ o caravana de la libertad, el movimiento se fue convirtiendo en un dolor de cabeza para las autoridades de una ciudad caracterizada por el orden.

Según la BBC, el alcalde de Ottawa declaró el estado de emergencia en la capital aduciendo que la ciudad estaba “completamente fuera de control”, que los manifestantes superaban en número a la policía y que las protestas representaban una “amenaza para la seguridad” de los residentes. Las autoridades han recibido informes de ataques raciales y en declaraciones a la radio dijo que los manifestantes se estaban comportando de manera “insensible” al “tocar bocinas y sirenas a todo volumen y convertir (la situación) en una fiesta”.

Y luego se extendió hacia las carreteras, llegando a bloquear los puentes fronterizos por los cuales circula una proporción importante del comercio bilateral, además de miles de personas que trabajan en la industria automotriz ubicada en Detroit y sus alrededores. El resultado fueron pérdidas calculadas en millones al día, la posibilidad de aumentar el desabastecimiento de por sí alto a causa de los problemas logísticos, de la renuncia de miles de empleados y de las duras condiciones climáticas, lo que a su vez aumenta las presiones inflacionarias.

Según las autoridades canadienses, el 85% de los camioneros de su país ya han sido vacunados, lo que hace pensar que la movilización tiene una intención que va más allá de las medidas contra la pandemia. Es la participación de movimientos de derecha que aprovechan para movilizar a ciudadanos que sin tener relación con los transportadores se hicieron partícipes de una protesta insólita en Canadá.

Sea lo que fuere, el movimiento ha hecho metástasis en Francia y Bélgica, donde ya se producen movimientos similares para, entre otras cosas, exigir que se levanten las restricciones adoptadas para manejar la pandemia. Y no es extraño que en países como Colombia se estén presentando desobediencias crecientes a esas medidas, muchas de las cuales fueron adoptadas a causa del miedo y la incertidumbre que originó la aparición del coronavirus.

Todo indica pues que las cosas han cambiado, el reclamo para abolir las restricciones por el Covid-19 es cada vez más notorio y el deseo de regresar a la normalidad está convirtiendo a los camioneros del Canadá en símbolos mundiales de la libertad.