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Libertad sin condiciones

Como si tuvieran el completo dominio territorial, miembros del ELN secuestraron a dos periodistas holandeses en la zona de El Tarra, Norte de Santander, aduciendo que no habían pedido permiso para realizar labores propias de su oficio.

21 de junio de 2017 Por: Editorial .

Como si tuvieran el completo dominio territorial, miembros del ELN secuestraron a dos periodistas holandeses en la zona de El Tarra, Norte de Santander, aduciendo que no habían pedido permiso para realizar labores propias de su oficio. Se confirma entonces que la privación ilegal y abusiva de la libertad y la persecución al periodismo siguen siendo instrumento de guerra para quienes están hablando de paz en la mesa de diálogo que se instaló en Ecuador.

Derk Bolt y Eugenio Follender, reconocidos periodistas holandeses, se encontraban en Colombia realizando parte de un documental sobre los niños que han sido adoptados por familias de su país. Venían de realizar el mismo trabajo en Venezuela sin obstáculo alguno y entraron a Colombia cumpliendo los requisitos legales de inmigración.

Pero al llegar a la región donde buscaban a la madre de un niño colombiano fueron interceptados por integrantes del grupo guerrillero, aduciendo que no habían pedido permiso para realizar su misión como reporteros. Hoy, siete días después de su secuestro, su paradero es desconocido pese a la labor de búsqueda que adelantan las autoridades.

Sin embargo existe la certeza de que están el poder del ELN, no obstante que los negociadores de ese grupo en la mesa de diálogo dicen que están verificando si alguna de sus cuadrillas realizó la acción. Aducen que “las dificultades propias del conflicto, y la ausencia en la zona de mecanismos rápidos de comunicación”, hacen difícil ratificar lo que la comunidad de la región donde se produjo el secuestro, el gobierno de Holanda, los medios de comunicación de ese país y los nacionales saben.

De nuevo, la retórica inútil y la intención de convertir el plagio en instrumento para conseguir réditos son la estrategia del ELN. Para ellos, y bajo la disculpa absurda de que el secuestro de civiles, y en este caso periodistas extranjeros que no tienen por qué pedirles permiso para hacer sus labores, son actos de guerra legítimos.

La respuesta ya la tienen de parte de Holanda, país que ha manifestado su interés de ayudar en el intento de terminar el conflicto con esa guerrilla. También la han recibido del periodismo nacional y de la sociedad colombiana. Es el rechazo unánime y rotundo al hecho que demuestra una vez más el poco interés del ELN en crear confianza sobre sus intenciones de encontrar la paz.

Nada puede justificar que el grupo guerrillero realice acciones como ésta, un verdadero atentado contra los Derechos Humanos de esos dos ciudadanos holandeses que no tienen por qué pedir permisos para realizar su trabajo como reporteros. Por ello, y en lugar de más comunicados y de prolongaciones que buscan explotar su cautiverio, lo que debe producirse es la liberación inmediata de Derk Bolt y Eugenio Follender.

Esa es la manera de mantener la credibilidad del ELN en la mesa que sesiona en Quito. Lo contrario equivale a convertir ese diálogo en escenario de extorsiones frecuentes contra la Nación, que cree en la solución negociada pero siempre se encuentra con el terrorismo y el secuestro como el tema a tratar cada que se reanudan las negociaciones.

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