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| Foto: afp

Editorial

Libertad sin condiciones

Son infinitas las veces en que el Eln ha demostrado no tener una intención real de llegar a acuerdos para acabar con el conflicto armado y ahora no parece ser la excepción.

8 de noviembre de 2023 Por: Editorial .

Doce días después de su secuestro y a una semana de conocerse que estaba en poder del Eln, la suerte de don Luis Manuel Díaz, papá del futbolista Luis Díaz, es incierta. Su familia, acompañada de los colombianos, reclama su liberación inmediata mientras el país exige que esa guerrilla cese sus acciones criminales, incluidas las de lesa humanidad, como lo es el plagio.

Las peticiones de la facción del grupo guerrillero que lo tiene en su poder se han cumplido. Una amplia zona en la Costa Caribe fue despejada de presencia militar para facilitar su traslado desde el lugar en que lo tengan, mientras las misiones humanitarias están listas para recibirlo. Sin embargo, el tiempo pasa sin que se tengan noticias ni se entreguen las pruebas necesarias con las cuales se confirme que don Luis Manuel se encuentra bien de salud y su integridad ha sido respetada.

Preocupan, además, los rumores según los cuales el Eln estaría pidiendo una exorbitante suma de dinero por la liberación del padre del futbolista. De ser cierto, se confirmaría que no existe la mínima intención de ese grupo alzado en armas de suspender delitos de los que se lucra como el secuestro y la extorsión, ni tampoco de ponerle fin a su participación en los negocios del narcotráfico o la minería ilegal.

Queda claro, así mismo, que mientras los voceros del Ejército de Liberación Nacional sentados en las mesas de diálogo instaladas hace ya un año por el gobierno de Gustavo Petro tienen un discurso, sus bases están lejos de rendirles cuentas, actúan como unidades independientes y no existe una línea de mando clara que garantice el acatamiento de las decisiones tomadas en esas conversaciones por la paz que hoy se adelantan.

No basta entonces con decretar un cese al fuego bilateral para avanzar en las negociaciones. Son infinitas las veces en que el Eln ha demostrado no tener una intención real de llegar a acuerdos para acabar con el conflicto armado y ahora no parece ser la excepción. El caso de don Luis Manuel Díaz es apenas un ejemplo de ello, más no el único. Esa guerrilla sería responsable de buena parte de los 167 secuestros reportados en el territorio nacional entre enero y septiembre de este año.

Por ello no solo hay que exigir la liberación inmediata del señor Díaz y de las decenas de personas que estarían en poder del Eln. Tampoco se pueden aceptar, así sin más, paros armados como el que padece la región chocana de Baudó, que obligó al desplazamiento de 2.800 pobladores. Ni las extorsiones, ni las presiones a los campesinos para que sigan sembrando coca, ni el reclutamiento de menores de edad, ni las violaciones constantes a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario.

Si el Ejército de Liberación Nacional, Eln, tiene voluntad de llevar a buen término los actuales diálogos con el Gobierno Nacional, que devuelva hoy mismo a don Luis Manuel al seno de su familia y suspenda toda acción criminal en contra de la Nación y de sus ciudadanos. Esa debería ser la condición inquebrantable para continuar construyendo el camino hacia la paz total en la que tanto se empeña el presidente Gustavo Petro y que, sin duda, anhelan los colombianos.

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