La transición energética
Colombia va por el camino correcto, concretando su transición energética y cumpliendo así uno de los compromisos que ha hecho en la lucha contra el cambio climático. Es el desarrollo que necesita el país, espera el planeta y se merecen los colombianos.
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1 de abr de 2022, 11:55 p. m.
Actualizado el 17 de may de 2023, 11:43 a. m.
El paso hacia la generación de energías limpias, renovables y amables con el medio ambiente hay que darlo cuanto antes. Es la transformación que se necesita para dejar la dependencia hacia los combustibles fósiles, reducir las emisiones de carbono, proteger al planeta y brindar el acceso a un servicio esencial a quienes hoy no lo tienen.
Para Colombia la transición comenzó muy lenta, pero hoy se debe reconocer que está metiéndole el acelerador y tomando las decisiones que corresponden. La aprobación esta semana del documento Conpes que determina las estrategias y los lineamientos a seguir, los recursos que se invertirán para garantizar que se cumpla la transformación y los tiempos en que se debe conseguir los objetivos, demuestra ese compromiso.
Si bien es difícil comprender las demoras para comenzar el proceso de cambio en la generación de energías cuando el país cuenta con las mejores condiciones geográficas, una ubicación estratégica en el continente, recibe el sol durante todo el año, está entre dos mares y aún mantiene una riqueza importante en recursos hidrográficos, los avances son evidentes.
El Valle es el mejor ejemplo con las granjas de energía solar que hoy funcionan en el departamento y abastecen a 25.000 usuarios. Conscientes de su responsabilidad ambiental, son cada vez más las empresas de la región que se están cambiando hacia la autogeneración energética a través de paneles solares, la agroindustria trabaja en la biogeneración y se estudia la posibilidad de instalar parques eólicos que aprovechen los vientos del Pacífico.
Hoy Colombia está entre las 25 naciones con mayor desarrollo del mundo en conversión energética y ha sido incluida como miembro de la Agencia Internacional de Energía. Además del reciente Conpes, ya cuenta con la Ley 1715 o de Transición Energética, sancionada el año pasado, motores con los que se busca dar el impulso que aún se necesita y estimular la inversión de capital extranjero para cumplir con su propósito.
El objetivo es lograr que la transición sea más rápida así como menos costosa que hasta ahora. Que además se pueda llegar a esos rincones del país donde, por increíble que parezca en tiempos de desarrollo tecnológico, aún no se cuenta con un servicio que es sinónimo de progreso, como sucede en la mayoría de comunidades del nuestro litoral Pacífico, Y que Colombia comience a remplazar de manera progresiva el uso de los hidrocarburos, a la vez que cumple con los objetivos a los que se ha comprometido por la salud ambiental del planeta.
Que el mundo haga el cambio hacia las energías renovables es cada vez más urgente. El deterioro paulatino que ha sufrido la Tierra así lo exige, mientras situaciones como la guerra desatada por Rusia en Ucrania, que ha puesto en jaque el abastecimiento de gasolina y gas en Europa, demuestran que se debe superar cuanto antes la dependencia hacia el petróleo y otros combustibles fósiles.
Colombia va por el camino correcto, concretando su transición energética y cumpliendo así uno de los compromisos que ha hecho en la lucha contra el cambio climático. Es el desarrollo que necesita el país, espera el planeta y se merecen los colombianos.

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.
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