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La cumbre de la esperanza

Ahora, esos mandatarios como representantes de sus comunidades le recuerdan al presidente Petro el aporte que hicieron para su elección, y la necesidad de que se atienda sus reclamos, además de la prioridad de crear las condiciones que demanda el Litoral para generar oportunidades de vida y de progreso.

9 de agosto de 2022 Por: Editorial .

La XXVI versión del Festival Petronio Álvarez fue la ocasión para citar la I Cumbre de Alcaldes del Pacífico Colombiano. A partir de ayer, 60 de los 169 mandatarios de los municipios que conforman los cuatro departamentos, acudieron al Centro de Convenciones del Valle para tratar de construir la alianza que permita exigir del Gobierno Nacional la atención que requiere una de las regiones más olvidadas, con mayores dificultades y menos oportunidades de Colombia.

La Cumbre nació de la convocatoria del Alcalde de Cali. Además de concitar la asistencia de los burgomaestres que tienen presencia en el Litoral Pacífico, ha tenido importantes invitados de las agencias internacionales con representación en nuestro país. Y aunque fue notoria la ausencia de la vicepresidenta Francia Márquez en la inauguración, así como de los gobernadores de Chocó, Cauca y Nariño, hoy se espera la asistencia del presidente Gustavo Petro para su clausura.

La cumbre es la oportunidad para empezar a construir la unión que requiere la Región en el propósito de exigir respuestas estructurales a lo que ha sido un ancestral abandono del centralismo a sus necesidades.
Producto de ello, y como lo han hecho notar los asistentes, son la violencia, el narcotráfico y toda suerte de actividades ilegales las que se han apoderado de sus territorios, destruyendo sus tradiciones, despojando a sus habitantes de su modo de vida y causando un desplazamiento constante de quienes huyen del terror y la pobreza.

Ahora, esos mandatarios como representantes de sus comunidades le recuerdan al presidente Petro el aporte que hicieron para su elección, y la necesidad de que se atienda sus reclamos, además de la prioridad de crear las condiciones que demanda el Litoral para generar oportunidades de vida y de progreso. Aunque los oradores principales han enfatizado el deber de construir la paz, los alcaldes están convencidos de que ésta no se logrará si el Estado no actúa para romper el círculo de pobreza, desesperanza y violencia que padecen quienes habitan una de las regiones más ricas en biodiversidad, en cultura y en recursos de Colombia y del mundo.

El momento es ideal para poner al Pacífico, sus ventajas, sus riquezas y sus problemas en el centro de la agenda nacional. Hoy, la región necesita decisiones que le permitan recuperar lo que pertenece a sus habitantes y detener la tragedia que les ha dejado el embate de la violencia contra pueblos pacíficos y amantes de la convivencia. Para ello se requiere dejar a un lado la retórica y generar la unión que permitirá hacer justicia con un territorio con 1,5 millones de habitantes que se extiende a lo largo de los 1300 kilómetros que tiene nuestro país sobre el mar del Pacífico, el mar del futuro.

Así las cosas, la Cumbre será la oportunidad para exigir las respuestas que siempre se han manejado con retóricas estériles y promesas que no se cumplen, y para solicitarle al presidente Petro que el cambio que ofreció en su campaña empiece por el Pacífico. Es de esperar que esas respuestas sean las realidades que anhelan los colombianos que lo habitan.

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