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La cadena de la vergüenza

Por increíble que parezca, Medimás sigue operando a pesar de las irregularidades, incumplimientos y mala atención a sus usuarios que se conocen desde que se fundó. ¿Qué espera el Estado para acabar con el dolor de cabeza y el desangre que significa esa EPS?

27 de febrero de 2020 Por: Editorial .

Por increíble que parezca, Medimás sigue operando a pesar de las irregularidades, incumplimientos y mala atención a sus usuarios que se conocen desde que se fundó. ¿Qué espera el Estado para acabar con el dolor de cabeza y el desangre que significa esa EPS?

El pasado miércoles se juntaron la Procuraduría General, la Defensoría del Pueblo y la Contraloría para pedirle de nuevo al Ministerio de Salud y a la Superintendencia del ramo la intervención con fines de liquidación de Medimás. Las razones, además de las que siempre han tenido en tela de juicio la manera en que a sus propietarios se les adjudicó la quiebra de Cafesalud, a su vez sucesora de Saludcoop, son alarmantes.

En efecto, según la solicitud de esas entidades, la EPS vulnera los derechos de sus más de cuatro millones de afiliados, comete graves irregularidades en la administración de los recursos públicos del sistema general de seguridad social y, lo más alarmante, no ofrece garantías en la prestación del Plan Básico de Salud. Y entre las perlas está el que Medimás creció sus pasivos de $2,037 billones a $2,726 billones en menos de un año.

Con leer el comunicado expedido por la Contraloría es suficiente para entender lo que está sucediendo: “Todos los indicadores financieros de la EPS se encuentran en rojo, porque incumple con las exigencias de capital mínimo, patrimonio adecuado, razón corriente, liquidez, monto y régimen de inversión de las reservas técnicas. A la fecha, ha superado el límite legal de gastos administrativos, y se encuentra incursa en causal de liquidación por cuanto su patrimonio neto es inferior al cincuenta por ciento del capital suscrito”.

Según los órganos de control, al parecer esa institución de salud habría desviado recursos públicos por más de $635 mil millones durante el 2019. “Esto se podría evidenciar en giros de anticipos sin legalizar a IPS de accionistas de Prestnewco, sociedad dueña de Medimás; autorizaciones con fecha posterior a fecha de salida del servicio, pago de servicios con valor superior al previsto, pago de medicamentos a sus IPS con precios superiores al regulado, y pagos de servicios médicos prestados con anterioridad a la creación de Medimás”.

Todo indica entonces que allí existe la evidencia de una cadena construida para desfalcar los recursos de la Salud. Y lo más grave: para burlar el servicio a los millones de usuarios que están obligados a soportar el maltrato, el incumplimiento y la insensibilidad, hechos denunciados en forma permanente que no tienen respuesta.

Aunque la Superintendencia de Salud ha tomado medidas para tratar de controlar y de enderezar lo que sucede en Medimás, eso no ha sido suficiente, ni es la respuesta que debe dárseles a los afiliados que a la fuerza deben mantenerse allí expuestos al incumplimiento y la mala atención. Por lo tanto, es de esperar que se tomen las medidas recomendadas por la Procuraduría, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo para terminar con lo que es una eterna cadena de irregularidades que inició Saludcoop, continuó Cafesalud, está en Medimás y aún no termina.

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