En deuda con el Valle

Y queda la preocupación sobre el futuro de la vía Mulaló -Loboguerrero, que tampoco quedó incluida en el Plan, lo que lleva a pensar que será otro proyecto de infraestructura fallido para el Valle.

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9 de feb de 2023, 11:55 p. m.

Actualizado el 17 de may de 2023, 05:45 a. m.

El Plan Nacional de Desarrollo 2022 - 2026, hoja de ruta del Gobierno Nacional en su cuatrienio, fue presentado para discusión del Congreso de la República. El documento incluye varias propuestas para el Valle del Cauca, aunque preocupa la exclusión de proyectos importantes para el Departamento, así como las facultades extraordinarias que se le otorgarían al Presidente de los colombianos.

Consistente con los cambios pretendidos por Gustavo Petro, anunciados desde su campaña electoral, el documento radicado ante el Legislativo se enfoca en seis ejes con los que se buscaría la transformación social, económica y ambiental del país. De ahí que al Plan, que contempla inversiones por $1.154 billones en cuatro años, se le haya dado el nombre de ‘Colombia, potencia mundial de vida’.

Convergencia regional, transformación productiva y acción climática, seguridad humana y justicia social, derecho humano a la alimentación, ordenamiento territorial alrededor del agua, y estabilidad macroeconómica son los fundamentos que resumen la propuesta. Si bien no se conoce la inversión específica para el Valle, se sabe que para los cuatro departamentos de la región del Pacífico se destinarían $115 billones.

Además de los programas sociales, así como de renovación energética y ambientales como la atención al río Cauca, tantas veces prometida por la Nación y que lleva décadas sin concretarse, de nuevo se incluyen en el Plan Nacional de Desarrollo proyectos de infraestructura como la red férrea del Pacífico, que hasta ahora ha sido un sueño frustrado para la región, así como intervenciones aeroportuarias importantes. Y se aprovecha el documento para definir la estructuración del tren que comunicaría a Buenaventura con la Costa Atlántica, promesa de campaña del presidente Petro.

Da tranquilidad la inclusión del Tren de Cercanías, lo que hace suponer que están garantizados los recursos financieros para la ejecución del proyecto de integración metropolitana, que supondrá un avance en materia de conexión y movilidad. Se adelantarían inversiones en las redes viales secundarias y terciarias del departamento, así como en el dragado de mantenimiento del canal de acceso a Buenaventura.

Nada se dice del pendiente que le resta competitividad al principal puerto del país: la profundización de 13 a 16 metros del canal para que pueda recibir barcos de tamaño NeoPanamax, los que hoy prefieren pasar de largo hacia Ecuador o Perú. Y queda la preocupación sobre el futuro de la vía Mulaló -Loboguerrero, que tampoco quedó incluida en el Plan, lo que lleva a pensar que será otro proyecto de infraestructura fallido para el Valle.

Aunque es costumbre darle facultades extraordinarias al Presidente en los planes nacionales de desarrollo, inquieta que por seis meses y sin pasar por el Congreso, el mandatario pueda tomar ciertas decisiones políticas, económicas y administrativas. Del control que ejerzan el Legislativo, así sea posterior, y la opinión pública, dependerá que no haya extralimitaciones en esas funciones que se le otorgarían a Gustavo Petro.

La discusión del Plan Nacional de Desarrollo apenas comienza y deberá convertirse en Ley de la República a más tardar el próximo 7 de mayo. Hay tiempo para que el Valle y en especial su bancada parlamentaria, exijan que se incluyan obras que no dan más espera y se cumpla con los compromisos que la Nación adquirió de tiempo atrás con la región.

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