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El camino siempre debe ser el de buscar consensos, en beneficio del país y velando por los intereses de sus ciudadanos. | Foto: Juan Sebastian Cruz

Editorial

El futuro legislativo

En medio del que debería ser un ejercicio autónomo del Congreso de la República, preocupan los anuncios del presidente Petro sobre la convocatoria a una constituyente, para buscar el apoyo del pueblo a las reformas que no se han aprobado en el Legislativo.

1 de abril de 2024 Por: Editorial

Con la reforma a la salud hundida en la práctica, la reforma pensional sin apoyos claros y con la insistencia del presidente Gustavo Petro en una constituyente, se retoman este martes las actividades en el Congreso de la República. Los poco más de dos meses y medio que le quedan a la actual legislatura serán intensos y le medirán la temperatura a un Gobierno próximo a cumplir la primera mitad de su mandato.

Son moderadas las expectativas sobre el futuro de los principales proyectos de ley presentados por el Ejecutivo, que actualmente hacen su curso en el Legislativo. Será difícil resucitar la reforma a la salud luego de la ponencia negativa con solicitud de archivo que hicieron ocho de los integrantes de la Comisión Séptima del Senado, a donde la propuesta llegó luego de su aprobación en la Cámara de Representantes.

Los legisladores opositores recogieron así el sentir de quienes han rechazado una reforma que acabaría de tajo con el actual sistema de salud, que sin duda requiere transformaciones, pero al que se le deben reconocer sus múltiples bondades, comenzando por la amplia cobertura que hoy permite a la mayoría de los colombianos acceder a ese servicio esencial. Su hundimiento es tal vez el mayor golpe recibido por el gobierno del presidente Petro en su intención de hacer los cambios estructurales que prometió en campaña.

La suerte de la reforma pensional también es incierta. Si bien no ha generado un rechazo generalizado como la de la salud, tampoco parece haber consenso suficiente para aprobar la propuesta presentada por el Ejecutivo. De hechos son tres las ponencias radicadas, incluida una que pide su archivo.

Si bien hay coincidencia en la necesidad de estructurar el sistema de pensiones para garantizar su supervivencia, así como para asegurar mejores condiciones para quienes reclamen a futuro esa mesada o para ayudar a los adultos mayores que no cotizaron o no cumplieron los requisitos, hay disensos en las formas como se plantea ese cambio. De no aprobarse, el Ejecutivo sumaría varios fracasos consecutivos, sin contar con lo que pueda suceder con reformas como la de la educación, que apenas inicia su trámite.

En medio del que debería ser un ejercicio autónomo del Congreso de la República, preocupan los anuncios del presidente Petro sobre la convocatoria a una constituyente, no para reformar la Carta Política del 91, como manifiesta el mandatario, sino para buscar el apoyo del pueblo a las reformas que no se han aprobado en el Legislativo.

Si esa es su intención, el Presidente de la República estaría ejerciendo una presión indebida a quienes integran el Legislativo, que cumplen con el mandato que les fue entregado por los colombianos al elegirlos para que fueran sus representantes desde las más diversas orillas políticas. Significaría, así mismo, el desconocimiento de la separación de poderes que ordena la Constitución Nacional y que prevalece en un Estado Democrático de Derecho como lo es Colombia.

Por esa razón, el llamado es a respetar la labor del Congreso de la República, así como las decisiones que tomen las mayorías legislativas. El camino siempre debe ser el de buscar consensos, en beneficio del país y velando por los intereses de sus ciudadanos.

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