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El debate por reservas

Frenar de forma precipitada los contratos de exploración y de explotación mientras el país no tiene claro cómo va a reemplazar los recursos que genera la industria petrolera es simplemente una irresponsabilidad histórica que debe evitarse a toda costa.

25 de enero de 2023 Por: Editorial .

El controvertido informe sobre reservas de gas y de petróleo en el país, que dio a conocer la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, en Davos, Suiza, desató una escalada de críticas, que parece no tener final.

Ante la inquietud causada por la revelación del informe, la titular de esa cartera ofreció una rueda de prensa en la que se esperaba una aclaración contundente, pero no fue así, por el contrario, la confusión continúa y la explicación que dio la Ministra fue insuficiente. A nadie convencieron las justificaciones que entregó, incluso surgió nuevamente la idea de que la señora Vélez debe hacerse a un costado y poner al frente de esa cartera un técnico que conozca el tema de los hidrocarburos, pues el manejo del tema a cargo de la doctora en filosofía deja muchas dudas.

El meollo del asunto es que la Ministra dijo que Colombia tiene garantizadas las reservas de gas y de petróleo durante los próximos trece años, hasta el 2037, con base en el estudio que realizaron funcionarios de ese ministerio. Además agregó que ya había contratos de exploración suficientes, tanto para gas como petróleo, y por esa razón no se aprobarían más.

Tales apreciaciones provocaron duras reacciones entre analistas independientes, directivos de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) y congresistas, quienes coincidieron en señalar que el informe tiene falencias y que no es cierto que el país tenga garantizadas reservas hasta el 2037, sino hasta el 2030, y en el mejor de los casos hasta el 2032.

Las reservas de gas se pueden extender por 8 años y las de petróleo por 6,5 años. A juicio de los conocedores del tema, la señora Vélez sumó las reservas probadas con las probables y posibles lo que constituye un grave error, pues para establecer el potencial de hidrocarburos de un país solo se pueden tener en cuenta las reservas probadas.

Lo cierto es que en la rueda de prensa que dio este miércoles la ministra ni siquiera mencionó tales diferencias. Se limitó a decir que el estudio no es un informe sobre reservas, “nunca se dijo que lo fuera, no le estamos mintiendo a nadie y desinformar de esa manera como si así lo estuviéramos haciendo es una irresponsabilidad con el país”.

También manifestó que el estudio unifica cifras sobre los contratos petroleros que están vigentes en el país. Pero allí surge otra duda y es que la Viceministra de Minas, la funcionaria que viene hablando con los medios de comunicación desde el año pasado, expresó que no conoció el informe con anterioridad, lo que deja entrever una desconexión entre ella y su jefe.

Resulta evidente que la confusión reina en esa cartera, mientras el panorama de los hidrocarburos en el país es incierto, lo que pone en riesgo la estabilidad de las finanzas nacionales, pues las exportaciones de petróleo representan el 45% de las divisas que ingresan a Colombia.
En el país existe un consenso acerca de la necesidad de realizar la transición energética, pero la manera como lo plantea la Ministra no parece ser la más adecuada. Frenar de forma precipitada los contratos de exploración y de explotación, mientras el país no tiene claro cómo va a reemplazar los recursos que genera la industria petrolera, es simplemente una irresponsabilidad histórica que debe evitarse a toda costa.

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