Unidos contra la violencia y demás delitos

Las diversas manifestaciones de violencia que han venido sucediendo en Colombia, entre ellas los graves e intolerables atentados terroristas que ocurrieron el viernes 22 de agosto, son contrarias al derecho democrático de la población colombiana a vivir en paz, sin violencia, y a tener un país y una ciudad de Cali reconciliada, de bienestar y en paz.

El primero de ellos fue contra nuestras fuerzas de Policía, en Amalfi, Antioquia, al ser derribado un helicóptero que transportaba más de 15 policías, entre ellos varios oficiales, quienes, cumpliendo labores contra el narcotráfico, murieron en tan criminal hecho.

En menos de tres horas de sucedido ese hecho contra los policías, grupos terroristas hicieron estallar en nuestra ciudad de Cali un carro lleno de explosivos contra la población civil que vive o tiene sus negocios de trabajo frente a las instalaciones de la Escuela de Formación Marco Fidel Suárez de la Fuerza Aérea Colombiana (Emavi). Seis personas muertas y más de 70 heridas, además de daños materiales, es el resultado de tan salvaje hecho terrorista.

Frente a tan condenables hechos violentos y delictivos, es urgente y necesario que los diversos sectores sociales y políticos de la población urbana y rural nos unamos en la diferencia contra el terrorismo y demás manifestaciones de violencia.

En ese sentido, invito a que tanto el Gobierno Nacional como el de Cali y el del departamento del Valle del Cauca, junto con los empresarios colombianos y los gobiernos de otros países, promuevan un aporte económico para adelantar acciones solidarias con las víctimas de ambos atentados terroristas. Más aún, convoco a respaldar, unidos en la diferencia, la iniciativa ‘Cero tolerancia con la violencia’, en reconocimiento a que no existen formas justificables de violencia.

Como exvicepresidente de Colombia, pido al Presidente de la República, al Ministro de Defensa, a los gobernadores de Antioquia y del Valle del Cauca, lo mismo que al Alcalde de Cali, pero ante todo a los medios de comunicación, que no dejemos apagar la llama del derecho que tenemos las personas a la cero tolerancia con la violencia y demás delitos.

En ese camino, son importantes iniciativas ciudadanas como la de ‘Encendamos una vela por Cali’, realizada exitosamente el domingo pasado frente a varias casas y negocios comerciales donde sucedió el atentado. También que la inmensa mayoría de candidatos, tanto a la Presidencia como al Congreso de la República, hayan decidido, como una de sus banderas políticas, la cero tolerancia con el terrorismo y demás expresiones de violencia en Colombia.

Esa bandera, punto de unidad en el país, debe recordarnos a todas las personas que vivimos en él que la violencia, el terrorismo y sus principales aliados (el narcotráfico y la corrupción), por principio, son contrarios a la democracia y al derecho de la población urbana y rural a vivir decentemente, en paz y de manera reconciliada.

En esa perspectiva, considero que la población legal que habita en el país, que es inmensamente mayoritaria a las personas que están metidas en actividades ilegales, tiene todo el derecho democrático de solicitarle al presidente de la República, así como a todos los candidatos, tanto al Congreso como a la Presidencia de la República, que nos manifiesten sus diversas iniciativas en favor de lograr en Colombia la cero tolerancia con la violencia y demás delitos.