Columnista

No buscar los primeros puestos

Servir con gusto y alegría es la clave para desterrar el egoísmo y el deseo de buscar los primeros puestos.

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"Aprendemos que Jesús nos quiere a nosotros con un estilo de vida sencillo".
"Aprendemos que Jesús nos quiere a nosotros con un estilo de vida sencillo". | Foto: 123rf

31 de ago de 2025, 02:03 a. m.

Actualizado el 31 de ago de 2025, 02:03 a. m.

Por: Monseñor Rodrigo Gallego Trujillo, obispo de Palmira

Cuando nos descentramos de la vida de Dios, empezamos a buscarnos a nosotros mismos, a darnos gusto en todas las apetencias y ser el centro de todo; ese estilo de vida va en contra del deseo de Dios con respecto a sus hijos, pues Él quiere que todos nos salvemos y lleguemos al conocimiento de la verdad (Cf. 1 Tim 2, 4).

Es por eso que Jesús nos pone en el justo conocimiento para comprender que en la Iglesia el servicio a los demás es la medida precisa para ‘crecer’. Quien busca ‘el progreso personal’ a costa de los demás, incluso pasando por encima de los demás, tal vez ‘triunfe’, pero luego ocupará el lugar que le corresponde cuando la historia misma lo juzgue y su memoria no sea la mejor o gratamente recordada.

De allí, aprendemos que Jesús nos quiere a nosotros con un estilo de vida sencillo para evitar que aparezca y crezca el destructor germen del egoísmo mezclado con la envidia que vienen a ser ‘armas’ mortíferas del enemigo y se levantan contra el camino espiritual de búsqueda de la santidad bautismal. Servir con gusto y alegría es la clave para desterrar el egoísmo y el deseo de buscar los primeros puestos.

Cuánto bien nos hace meditar el Evangelio de este domingo, pensando en la realidad de nuestro presente en Colombia… ¿cómo servimos? ¿qué buscamos realmente en la vida? Cuando nos damos cuenta que el servicio es camino de realización profunda de la persona, el horizonte de la vida cambia, pero, cuando el servicio se desvirtúa y se convierte en trampolín para enriquecerse y enfermarse por el poder, llega la destrucción de la comunidad y la unidad de la sociedad y es la puerta abierta al abismo de la pobreza en todos sus sentidos.

Ser discreto en el poder es de sabios. Ser austero en el tener es de sensatos. Ser humilde en el servir es amar.

Revisemos nuestro modo de servir y relacionarnos con los demás. Servir es reinar.

Mensaje escrito por el Arzobispo de Cali y sus obispos auxiliares para los lectores de El País.

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