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El principito

A través de un lenguaje poético y de las célebres ilustraciones del propio autor, el libro invita a reflexionar sobre la esencia de lo humano

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Rafael Araújo.  Columnista.
Rafael Araújo. Columnista. | Foto: Suministrada a El País.

16 de dic de 2025, 02:00 a. m.

Actualizado el 16 de dic de 2025, 02:00 a. m.

El principito, la obra cumbre de Antoine de Saint-Exupéry, es una de esas novelas breves que, pese a su aparente sencillez, guarda una profundidad emocional y filosófica que trasciende generaciones. A través de un lenguaje poético y de las célebres ilustraciones del propio autor, el libro invita a reflexionar sobre la esencia de lo humano: la amistad, el amor, la pérdida, la imaginación y, sobre todo, la capacidad de ver lo esencial más allá de las apariencias.

La historia del pequeño viajero que recorre distintos planetas funciona como una parábola sobre los errores y obsesiones de los adultos: la vanidad, el poder, la prisa, el consumismo, el olvido de lo verdaderamente importante. En contraste, el principito encarna la mirada limpia de la infancia, capaz de sorprenderse, de formular preguntas esenciales y de reconocer la belleza en los gestos más simples. Su relación con la rosa y la inolvidable enseñanza del zorro —“lo esencial es invisible a los ojos”— conforman el corazón emotivo del libro y recuerdan que amar implica responsabilidad, cuidado y tiempo.

A pesar de haber sido escrito en medio de la guerra y de la propia crisis personal del autor, El principito destila ternura y esperanza. Su magia radica en la fusión entre fábula y filosofía, entre cuento infantil y reflexión adulta. Por eso no es solo un libro para niños, sino una obra que cada lector redescubre en distintas etapas de su vida, encontrando nuevos sentidos según su propia experiencia.

En suma, El principito es un clásico universal porque habla con sencillez de lo que nos hace humanos. Es un libro que invita a detenerse, mirar hacia dentro y recordar, como decía Saint-Exupéry, que “solo se ve bien con el corazón”.

Hay una nueva edición de lujo que invita a redescubrir la obra desde una nueva sensibilidad, acogiendo al lector con un diseño elegante y los trazos originales de Saint-Exupéry. Cada página se siente como un objeto precioso, pensado no solo para leerse, sino para contemplarse y atesorarse. Más que un simple libro, es una experiencia estética que realza la profundidad poética del relato: su mirada sobre la amistad, el amor y aquello esencial que permanece oculto a los ojos. Ideal para regalar o coleccionar, esta versión convierte un clásico universal en un verdadero tesoro que acompaña y conmueve a lectores de todas las edades.

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