Columnistas

El guerrero

Aunque claramente su letra hace un planteamiento político, no responde a ningún lineamiento ideológico en particular.

GoogleSiga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

Ossiel Villada Trejos
Ossiel Villada Trejos | Foto: El País

15 de ago de 2025, 02:42 a. m.

Actualizado el 15 de ago de 2025, 02:42 a. m.

Yuri Buenaventura escribió y grabó ‘El Guerrero’ hace más de 20 años, pero cada vez que vuelve a cobrar protagonismo –como ocurre por estos días en Colombia-, la canción lo vuelve a poner en el ‘ojo del huracán’.

Después de su sentida interpretación en las honras fúnebres del senador Miguel Uribe Turbay, a Yuri le ‘llueven’ etiquetas de todo tipo en las redes sociales.

Los de la derecha lo ensalzan como digno intérprete del dolor que sufre el país. Y los de la izquierda lo señalan como un traidor de las causas populares que se alineó con el sentir de las élites.

Lo curioso del asunto es que, pocos años atrás, ‘El Guerrero’ fue usada en Venezuela para homenajear a Hugo Chávez durante su funeral. Y en ese entonces, Yuri fue etiquetado como héroe por quienes hoy lo tildan de villano.

Súmele a todo eso que la canción también se usó para dramatizar el asesinato de Luis Carlos Galán en la serie ‘Escobar, el patrón del mal’, e hizo parte de otro documental que narró el asesinato de la periodista Diana Turbay, madre de Miguel.

Además, fue el himno de los seguidores del candidato presidencial de derecha Fernando Villavicencio, asesinado en Ecuador en 2023. Y, como si fuera poco, Germán Vargas Lleras la utilizó como ‘jingle’ de una de sus campañas políticas recientes.

Así las cosas, ‘El Guerrero’ es una obra musical que atiza pasiones políticas. En un mundo cada vez más polarizado, no son pocos los que quieren venderse como ‘El Guerrero’ idealizado por una melodía.

Y nuestro querido Yuri se ha visto obligado a repetir, una y otra vez, una explicación políticamente correcta que, muy seguramente, no estaba en sus cuentas cuando la compuso, inspirado en la memoria de su padre: esta canción solo busca rendir tributo a todas las personas del común que luchan por un futuro mejor y por cumplir sus sueños.

Aunque claramente su letra hace un planteamiento político, no responde a ningún lineamiento ideológico en particular.

Pero lo que ocurre por estos días con Yuri y su famosa canción es, en realidad, una expresión más de esa enfermedad que explica en gran medida el abismo en el que estamos como sociedad. Me refiero a la enfermedad del odio y al mal de la hipocresía.

Las redes sociales lo reflejaron con claridad después de la noticia de la muerte de Miguel. Como era previsible en este país, los llamados a la serenidad, a la reflexión, a la búsqueda de la unidad nacional y a la consolidación de la paz no pasaron de ser una pose, una frase desechable construida para generar titulares en los medios, una burda mentira.

El dolor por el crimen del joven senador no se usó para “buscar la hermandad y la fortaleza”, como propone la hermosa canción de Yuri, sino para atizar la violencia verbal.

Dos expresidentes, además del actual Jefe de Estado, y de ahí para abajo miles de sus seguidores, no pudieron hacer una tregua en los señalamientos, los ataques, las puyas y las mismas palabras de grueso calibre que han precedido cada magnicidio en la historia de este país.

Y esa es la raíz de nuestra gran tragedia. Hemos elegido seguir atados a un pasado que nos impulsa a matar lo mejor de nosotros, en vez de ir hacia el futuro como ‘El Guerrero’ de Yuri Buenaventura: “Con el alma limpia, con la sonrisa plena…” ¿Hasta cuándo?

Periodista y economista. Melómano apasionado, autodidacta obsesivo y enamorado eterno de Cali. Nadie le quita 'lo bailao'

Regístrate gratis al boletín de noticias El País

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

AHORA EN Columnistas

Gonzalo Gallo

Columnistas

Oasis