El componente social del ASG

En la era de digitalización e inteligencia artificial, la transformación del trabajo se ha convertido en una prioridad estratégica para las organizaciones globales. Según el reporte de Mercer ‘Global Talent Trends 2024′, el 52% de las organizaciones encuestadas ven la inversión en herramientas de Inteligencia Artificial (IA) como una prioridad, pero también como el cambio que va a tener un mayor impacto en sus colaboradores. Por lo anterior, es crucial adoptar un diseño de trabajo centrado en el ser humano, que maximice la colaboración hombre-máquina y evite la deshumanización del entorno laboral.

Por esto, la transición hacia modelos de talento basados en habilidades es igualmente crucial. Este cambio, que puede acompañarse de herramientas tecnológicas para aumentar la productividad, requiere una transformación cultural que fomente la movilidad interna y el aprendizaje continuo. Organizaciones pioneras ya están adoptando estos modelos, logrando que sus empleados participen en proyectos interdepartamentales, promoviendo el desarrollo de nuevas competencias. Sin embargo, según el reporte de Mercer, solo el 26% de las empresas utilizan hoy estas soluciones.

Otro factor relevante es la experiencia o ‘journey’ del empleado. Las organizaciones deben inspirar a sus trabajadores a adoptar nuevas tecnologías que hagan más eficientes sus procesos para que los colaboradores puedan dar lo mejor de sí mismos. Esto implica eliminar tareas sin valor y centrarse en la planificación de la fuerza laboral que optimice el uso del talento y aumente la productividad.

Es esencial reconocer que la dimensión social de los criterios ASG (ambiental, social y de gobernanza) debe enfocarse en los colaboradores, el grupo de interés más valioso de cualquier empresa.

En este aspecto, el mencionado reporte muestra cómo la confianza de los empleados en sus empleadores ha disminuido, afectando su sentido de pertenencia y compromiso con la empresa. Además, solo el 39% de los líderes de recursos humanos creen que las mujeres y las minorías están bien representadas en los equipos de liderazgo, y el 76% de los empleados han presenciado discriminación por edad. La transparencia, la equidad y el bienestar también deben ser prioridades para reconstruir esta confianza. La Cámara de la Diversidad posee varios estudios y ejemplos de empresas exitosas, que indican cómo la representación diversa en liderazgo mejora la moral de los empleados, la innovación y el desempeño financiero.

Crear entornos de trabajo que prioricen la salud mental y física de los empleados, evita el agotamiento y mejora la retención del talento. Algunas empresas están implementando programas de bienestar que incluyen acceso a servicios de salud mental, horarios de trabajo flexibles y actividades de esparcimiento. Según el reporte de Mercer, un 46% de los empleados estarían dispuestos a renunciar a un aumento salarial del 10%, a cambio de mejores beneficios de bienestar y contribuciones adicionales a los programas de pensión.

La implementación de la IA en el ámbito laboral es inevitable y necesaria, pero debe ser abordada con un enfoque centrado en el ser humano. Las organizaciones que integren eficazmente la IA, fomenten un entorno de trabajo basado en habilidades, prioricen la confianza y el bienestar de los empleados, y construyan resiliencia estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del futuro. En última instancia, el éxito de una empresa depende de la satisfacción y el compromiso de sus colaboradores.

Para las organizaciones que desean mantenerse vigentes más allá del 2030, es imperativo adoptar una visión holística de la transformación del trabajo, en un entorno humano, inclusivo y equitativo. Desde ya se puede actuar y liderar con el ejemplo, demostrando que el éxito sostenible se construye desde adentro, priorizando a las personas y su bienestar.