El urgente camino de la consulta

Ya el destructivo gobierno del presidente Petro mostró una de las primeras mediciones de su fuerza electoral en la consulta presidencial del Pacto Histórico y sus resultados estuvieron lejos de ser una derrota. Desde entonces, el petrismo ha avanzado por un camino unitario y de suma de esfuerzos colectivos alrededor de la candidatura del senador Iván Cepeda, un dirigente mucho más radical y disciplinado que el presidente Petro.

Por eso, desde hace meses han sido varias las voces en el debate público que señalan lo urgente que es que la oposición reaccione antes de que se haga tarde. Algunos opositores, desde su enorme diversidad ideológica, han entendido poco a poco el mensaje y han coordinado la consulta más amplia que hasta ahora ha visto el país en la antesala de 2026. Mientras escribo esta columna, el anuncio de la posibilidad de que la candidata Paloma Valencia se sume a la Gran Consulta empieza a ocupar los titulares de la prensa.

El único camino para enfrentar la divisiva, pero efectiva retórica del gobierno Petro con verdaderas posibilidades de triunfo es desde una improbable unidad de candidatos que, para sorpresa mía, empieza a tomar forma en los días recientes. De otra manera, si el candidato único del petrismo se enfrenta a tres o cuatro candidatos opositores en la primera vuelta, llegará a la segunda vuelta con una altísima ventaja de números, casi imposible de alcanzar en pocas semanas. Por eso, el país debe llamar con urgencia a que los otros candidatos de la oposición, como es el caso de Sergio Fajardo, también se sumen a la consulta como única alternativa para no cultivar una división que solo puede conducir hacia la derrota.

Sin embargo, lo que más debemos reiterar a los electores colombianos es que la única manera de ganarle al petrismo es con un candidato que para la segunda vuelta sea capaz de sumar los votos de centro e izquierda desencantados con la administración Petro. De nada le sirven al país los llamados más furiosos y radicales de la derecha si en segunda vuelta le ponen en bandeja de plata el triunfo al candidato de la izquierda para un segundo periodo, mucho más radical que el que tan lentamente ha transcurrido desde 2022. El triunfo de la oposición solo será posible desde la unidad y la designación de un candidato capaz de sumar a todos los sectores críticos del petrismo.

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Posdata 1: El decretazo del gobierno para pasar una reforma tributaria a las malas trae dos grandes riesgos para el país. En primer lugar, le entrega 16 billones al petrismo para gastar a su antojo en plena campaña. Esto, luego de escándalos como el de la Ungrd, deja todas las alarmas encendidas. Y en segundo lugar, trae un grave precedente en materia democrática: que una derrota legítima en el Congreso pueda saltarse con un decreto de emergencia del Ejecutivo. Llegó la hora de que la Corte Constitucional defienda nuestra carta política.

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Posdata 2: Entre más se acerca la temporada electoral, más toma forma en el debate público el argumento de que ‘a Petro no lo dejaron gobernar’ sus contrapesos constitucionales. Pero la realidad es muy distinta si se hace un análisis de los hechos y los tiempos del gobierno. El presidente empezó su mandato con casi el 65 % del Congreso dentro de la coalición gobiernista y solo dos partidos se declararon en oposición. El problema nunca ha sido un asunto de bloqueos, sino del abierto radicalismo del presidente y su relación cargada de intimidaciones y ataques contra sus contrapesos institucionales, como el Congreso y las altas cortes. Pocas veces veremos el inicio de un gobierno con un apoyo partidista tan amplio y que, a su vez, consiga implementar tan pocas reformas su agenda. La respuesta del caso radica en el estilo de liderazgo destructivo y la retórica sectaria del presidente, que por cada aliado que suma ha insultado y distanciado a tres.

@fernandoposada_