El pais
SUSCRÍBETE
Foto de referencia. Migración Colombia tramitó la deportación de la colombiana Echeverría desde Suiza. | Foto: Archivo de El País

Un amante Char-ro

Yo hoy no cambiaría el patrimonio de Gerlein por lo que este geronte debe estar sintiendo frente a sus hijos, esposa, amigos y que tal ante los socios.

18 de febrero de 2022 Por: Eduardo José Victoria Ruiz

Muchos han exaltado el mérito de Álex Char en este bodrio que se ha convertido la campaña presidencial. El tener amante bonita y en su momento con poder político, ha sido visto por algunos de mis congéneres como símbolo del éxito masculino. Y el dejarse tomar fotos evidentes, lo ven aún como más cojonudo.

Yo lamento estar en desacuerdo con tantos amigos míos que dicen que por semejante varón tenemos que votar, y no porque pretenda hacer un mojigato elogio de la fidelidad sino porque hay códigos sagrados que se deben asumir en cada actividad que el ser humano emprende.

Uno de ellos es no meterse con las mujeres de los amigos y menos aún de los socios en temas tan espinosos como los que se deduce en esa relación intrincada entre los Char y los Gerlein. Si además el amigo a quien se le va a seducir la esposa o la amante, es un hombre mayor, peor afrenta. Yo hoy no cambiaría el patrimonio de Gerlein por lo que este geronte debe estar sintiendo frente a sus hijos, esposa, amigos y que tal ante los socios.

Otro lunar que me incomoda en esta película es la aparente frescura de Char frente al drama de su examante y la posición pública de su esposa tratando de mostrar templanza y dignidad. Hablan ellas, él no. Él está en campaña y la suerte de sus socias de afecto no parece ser su prioridad.
Eso es ser varón, sin tristezas, sin pensar en los sentimientos que se aportaron. Ahora lo único importante son los votos.

Dicen los libros sobre el amantazgo, que la generosidad es esencial. No es la amplitud económica, sino ponerse en el lugar del otro para comprender sus expectativas en todos los campos y sin duda, sus temores, que en las relaciones ocultas, son múltiples. Un egoísta o un ególatra jamás será un buen amante, ni en la vida ni en la cama. Pensará en su propia satisfacción del momento y no en la aventura compartida.
Además, los escenarios sobre el eventual final hacen parte de esas conversaciones en las que se evalúa cómo manejar una crisis, cómo definir incluso temas patrimoniales después de relaciones de largos años. Nada más miserable que el abandono en la madurez de la vida sin importar la suerte de quien ha permanecido en la sombra, administrando la soledad y sujeta a la agenda del gran señor.

Me gustaría tener de presidente de mi país a una persona confiable. Un buen ser humano a quien no le juzgo mal por tener el corazón partido, sino por pensar solo en sí mismo. En el caso de Char, que siga siendo exitoso en Barranquilla, donde todo se lo perdonan y todo se lo alaban.
Acá lo vemos distinto.

AHORA EN Eduardo Jose Victoria Ruiz