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¿Y ahora qué?

Ese es un riesgo cierto, pues quien lidera las encuestas hasta el momento es Gustavo Petro, a quien ya conocemos por su radicalismo, su mesianismo, su odio por la clase empresarial, y su clara tendencia a la autocracia.

17 de junio de 2021 Por: Diego Martínez Lloreda

Superado el triste episodio del paro nacional, con todos los males que le trajo a este país, es hora de mirar hacia el futuro, porque Colombia debe seguir hacia adelante.

Y el reto más inmediato que se nos presenta es la elección presidencial, que se realizará justamente en un año.

Esos comicios serán especialmente cruciales porque más que un presidente, los colombianos deberemos escoger el tipo de modelo de sociedad en la que queremos vivir.

Y en concreto tendremos que escoger entre la democracia, que como dijo Churchill es el peor sistema de gobierno exceptuando todos los demás, o si nos deslizamos hacia un Estado populista tipo Venezuela.

Ese es un riesgo cierto, pues quien lidera las encuestas hasta el momento es Gustavo Petro, a quien ya conocemos por su radicalismo, su mesianismo, su odio por la clase empresarial, y su clara tendencia a la autocracia.

Sin duda, Petro, su bufón Gustavo Bolívar y todos quienes apoyan esa opción no van por un cuatrienio en el poder. Ellos lo que quieren es instalarse indefinidamente en la Presidencia.

Y siguiendo el modelo ruinoso de la revolución bolivariana vendrán las estatizaciones de las principales empresas y el apoderamiento por parte de un Estado ineficiente de toda la actividad productiva. Esa es la receta que nos espera si Petro llega a la Presidencia.

Pero, a diferencia de lo que sucedió con Chávez en Venezuela, los colombianos ya conocemos a Petro, lo vimos actuar en la Alcaldía de Bogotá y en el Senado y tenemos claro el rol que cumplió en el Paro. O sea que estamos avisados.

En lo que queda de aquí a las elecciones, Petro va a tratar de morigerar su lenguaje y de moderar sus posiciones porque tiene claro que con los votos de la izquierda radical que lo apoya no le va a alcanzar para llegar a la Presidencia. Por eso va a intentar captar el apoyo de la mayor cantidad de votantes de centro que pueda.

Hasta hace muy poco yo estaba convencido de que tener a Petro en la segunda vuelta era inevitable. Pero un buen amigo me hizo ver que esta posibilidad también se puede eludir.

Un buen candidato de centro derecha, diga usted Federico Gutiérrez y otro buen aspirante de la centro izquierda, tipo Alejandro Gaviria, le podrían arrebatar a Petro los votos del centro que necesita para instalarse en la segunda vuelta.

Ese sería un escenario ideal. No solo porque nos evitaríamos el riesgo de tener a Petro en segunda vuelta, sino porque se mandaría un mensaje claro de que este país no quiere extremos como el que Petro representa.

De todas formas, es clave que de aquí a un año surjan nuevas figuras que refresquen el panorama político.

Hay que olvidarnos de personajes que podrían ser muy buenos presidentes pero que son muy difíciles de elegir. Siempre será más posicionar a alguien poco conocido, que lograr cambiar la opinión negativa que una persona con amplia trayectoria tenga.

Lo cierto es que Colombia tiene doce meses para encontrar una persona sensata, moderada, que una y no polarice y que quiera hacer los cambios que se requieren, sin destruir lo que tanto trabajo nos ha costado construir.

De lo contrario el odio y el radicalismo se tomaran el poder. Y quienes lo encarnan durante el paro ya nos dieron una clara muestra de cual es la forma de gobierno- o de desgobierno- que les gusta.
Sigue en Twitter @dimartillo

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