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Ospina, una catástrofe anunciada

Tanto en su primer gobierno como en el actual, la vía preferida por Ospina para ‘brincarse’ las licitaciones son los contratos interadministrativos

13 de abril de 2023 Por: Diego Martínez Lloreda

Como dice Rodrigo Guerrero, a los candidatos hay que medirlos por lo que hicieron en el pasado y no por lo que prometen que van a hacer en el futuro.

Si los caleños hubiéramos atendido esa recomendación, nos hubiéramos ahorrado el martirio que hemos padecido en los últimos tres años.
Porque desde su primer mandato Jorge Iván Ospina dejó claro que le gusta adjudicar las obras que contrata a dedo. Y que para eludir las licitaciones recurre a toda clase de artimañas.

Tanto en su primer gobierno como en el actual, la vía preferida por Ospina para ‘brincarse’ las licitaciones son los contratos interadministrativos, que le permiten conseguir un calanchín a quien le adjudican la obra, para que este, a su vez, subcontrate con los amigos (y primos) de Ospina. En su primer gobierno, los calanchines preferidos fueron la Sociedad de Mejoras Públicas y el Fondo Mixto del Deporte. En el segundo, la Imprenta Departamental, Emcali y la Emru, entre otros.

En varias columnas anticipé las consecuencias que tendría para Cali volver a elegir a Ospina. Transcribo párrafos de algunas de ellas.

“La razón por la cual no voy a votar la consulta anticorrupción es que en el Valle la promueve Jorge Iván Ospina, a quien no considero moralmente habilitado para liderar una cruzada de este tipo” (10 de agosto de 2018).

“Los tres casos denunciados en el artículo de la Unidad Investigativa de El País reflejan la forma ligera, por decir lo menos, como Ospina manejó los recursos del Municipio en su primera administración. Es por esa ligereza que considero que Ospina carece de la solvencia moral para ser Alcalde de Cali otra vez” (8 de febrero de 2019).

“La corrupción es el mayor flagelo de este país. (...) Por eso no se puede premiar con un nuevo mandato a quien en el pasado demostró su afición a utilizar los recursos del Municipio como caja menor de sus negocios personales” (20 de septiembre del 2019).

“A pesar de que Ospina lidera la intención de voto, un contundente 74,3 % de quienes respondieron una encuesta se manifiesta partidario de que los candidatos que tienen investigaciones en su contra retiren su aspiración. Y el único aspirante que está en esa situación es Ospina, quien llegó a tener 70 investigaciones en la Procuraduría, la mayoría de las cuales prescribieron por falta de diligencia y no porque Ospina hubiera demostrado su inocencia” (27 de septiembre de 2019).

“Un amigo suspicaz afirma que la indulgencia de la Procuraduría con Ospina se debe a la cercanía que tiene el jefe de esa entidad con el expresidente César Gaviria, director del liberalismo, partido que avaló la candidatura de Ospina” (11 de octubre del 2019).

“Ospina, en su alcaldía, nunca reunió un consejo de seguridad y los homicidios volvieron a subir (...) Me pareció gravísimo”, dijo el exalcalde Rodrigo Guerrero al justificar su decisión de apoyar la candidatura de Roberto Ortiz. (...) claro que quien dirigió el tema de seguridad en el gobierno Ospina no fue el Alcalde, sino Juan Carlos Martínez, a quien le fue entregada la Secretaría de Seguridad en pago por el aporte del exsenador al triunfo de Jorge Iván” (...) (18 de octubre de 2019).

Con esos antecedentes, es imperdonable que Ospina haya sido elegido otra vez. Cali estaba advertida y optó por ignorar las voces que previnieron sobre lo que ocurriría si Ospina regresaba a la Alcaldía . Y ocurrió.

Sigue en Twitter @dimartillo

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