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Azul pintado de azul

Dos meses después del asesinato de Jiménez, el 9 de noviembre, el presidente de la República, Mariano Ospina Pérez, echando mano del Artículo 121 de la Constitución Nacional, declaró turbado el orden público y en estado de sitio todo el territorio nacional.

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Jorge Restrepo Potes
Jorge Restrepo Potes | Foto: El País

27 de nov de 2025, 01:36 a. m.

Actualizado el 27 de nov de 2025, 01:37 a. m.

Nunca he podido entender el odio que siente la derecha colombiana por los liberales, desde la fundación del partido del trapo rojo hasta los días que corren, y que yo, con la larga vida que Dios me ha concedido, soy testigo sobreviviente de ‘la acción intrépida para hacer invivible la República’, ordenada por Laureano Gómez, y que puesta en ejecución ha causado algunos de los hechos violentos más significativos contra la colectividad fundada por don Ezequiel Rojas en 1848, de los cuales destaco los siguientes:

La élite goda de Tuluá financió durante 7 años el grupo paramilitar dirigido por el personaje de la icónica novela de mi paisano Gustavo Álvarez Gardeazábal. Esa banda criminal mataba indiscriminadamente a los liberales de mi pueblo, fueran o no fueran dirigentes del partido.

El 6 de septiembre de 1949, cuando se discutía en la Cámara de Representantes el proyecto de ley que adelantaba la elección presidencial prevista para mayo de 1950 y traerla al 27 de noviembre de 1949, con el propósito de que el liberalismo sufriera menos asesinatos, eso desde luego molestó a la bancada conservadora al punto de que en la fecha citada Carlos del Castillo Isaza, representante conservador por Boyacá, en plena sesión plenaria asesinó al representante liberal, también boyacense, Gustavo Jiménez, y en la balacera que siguió fue herido de muerte el patricio liberal Jorge Soto del Corral. Yo escuché los disparos en el pequeño radio que ocultaba bajo la almohada en el internado del Gimnasio Moderno.

Dos meses después del asesinato de Jiménez, el 9 de noviembre, el presidente de la República, Mariano Ospina Pérez, echando mano del Artículo 121 de la Constitución Nacional, declaró turbado el orden público y en estado de sitio todo el territorio nacional. Con violación de la Carta, dispuso la clausura de ambas cámaras legislativas, las asambleas departamentales y los concejos municipales, con el argumento de que esas instituciones eran incompatibles con la recuperación de la tranquilidad nacional.

Daniel Samper Pizano dice que “el día que se jodió Colombia fue el 5 de mayo de 1946”, cuando a causa de la división liberal Ospina Pérez, candidatizado por Laureano Gómez, se hizo con el poder desde el cual puso en marcha la “acción intrépida”, desencadenando la atroz violencia que sufrió el liberalismo hasta 1957, cuando cayó la dictadura de Rojas Pinilla.

Otro 6 de septiembre, pero ya en 1952, policías del régimen presidido por el funesto Roberto Urdaneta Arbeláez, que había reemplazado a Laureano Gómez, quien se retiró del mando por motivos de salud, incendiaron la Dirección Nacional Liberal, las oficinas y talleres de El Tiempo y El Espectador, y las residencias de los jefes liberales Carlos Lleras Restrepo y Alfonso López Pumarejo, con la circunstancia increíble de que la casa de este último lindaba con la privada del presidente Urdaneta y allí estaba un destacamento del Batallón Guardia Presidencial, que nada hizo para impedir el asalto.

Cuando ardía la Dirección Nacional Liberal, Carlos Lleras, antes de que la turba criminal llegara a su casa, llamó a Rafael Briceño Pardo, a la sazón alcalde conservador de Bogotá, para decirle que los bomberos no se habían hecho presentes en la sede política, y el burgomaestre le respondió que por orden del primer mandatario, el cuerpo de bomberos estaba acuartelado con orden superior de no cumplir su oficio.

Ese es el azul pintado de azul que vivirá en mi memoria hasta el fin de mis días.

Abogado con 45 años de ejercicio profesional. Cargos: Alcalde de Tuluá, Senador y representante a la Cámara, Secretario de Gobierno y Secretario de Justicia del Valle. Director SAG del Valle. Columnista de El Pais desde 1977 hasta la fecha.

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