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Yo tampoco

Aclaro. Como lo hizo Antonio Caballero en su columna de opinión en...

5 de agosto de 2014 Por: Aura Lucía Mera

Aclaro. Como lo hizo Antonio Caballero en su columna de opinión en Semana. No soy antisemita. Me estremezco cada vez que leo libros sobre los campos de concentración,el Holocausto o el testimonio de algunos sobrevivientes.Visité dos campos de exterminio en Holanda. Sobre uno de ellos, en el que la mayoría de los asesinados fueron mujeres y niños, escribí una crónica para este periódico, acompañada de fotografías. Todavía recuerdo el ambiente de desolación y dolor. Los árboles parecían querer narrarnos lo que habían visto. Recorrí los pabellones, toqué las carretas en las que cargaban los cadáveres, entré a la habitación estrecha donde encerraron más de veinte mujeres durante una semana para sacar sus cuerpos pisoteados sin vida y otras ya dementes. La lista de los cientos de niños incinerados. En el obelisco recordatorio figuran sus nombres y edades y los visitantes depositan con recogimiento una piedra o dejan un peluche o una muñeca. Una experiencia que queda marcada con hierro candente en el alma.Celebré en una reunión de ‘la becerrada’ hace dos años en Anapoima, el descubrimiento de que el apellido Becerra es de origen ‘marrano’ o sea que somos judíos conversos y que el verdadero apellido es Negel que significa becerro. Me siento orgullosa de mis ancestros tanto asturianos como extremeños que eran judíos y tuvieron que plegarse a la ‘conversión’ para poder sobrevivir.Pero confieso que me repugna, me da asco, horror y se me retuercen las tripas al escuchar las noticias, mirar los videos y leer sobre las atrocidades que están cometiendo los israelíes en Gaza. Nada, absolutamente nada justifica esta masacre de mujeres, niños y hombres. Nada justifica la destrucción a sangre fría o misil desalmado de un barrio entero.Nada justifica la prohibición amenazante a los actores de Hollywood de expresar su rechazo a estas acciones. Nada justifica las justificaciones que tratan de vendernos al mundo entero sobre estas acciones genocidas.No. No señores. No tragamos entero. Lo que están cometiendo es un genocidio contra un pueblo que el único pecado que ha cometido es habitar durante siglos esa tierra, donde nacieron esas tres religiones monoteístas, la Judía, la Cristiana y la Islámica, que si sumaran entre todas los muertos que tienen en su haber se acabarían los dígitos.Parece que los israelitas y muchísimos judíos del mundo entero han olvidado, ellos sí, el holocausto infame y estuvieran repitiendo de alguna manera con estas atrocidades, una especie de venganza contra otro pueblo hermano que no tuvo nada que ver en las políticas demenciales de Hitler.La ONU y demás organismos internacionales son títeres. No sirven para nada. Tienen terror del poder económico y político de la Comunidad Judía en Estados Unidos, Alemania, Francia y otros países. Nadie se atreve a ponerle el tatequieto a esta salvajada. Y los que nos atrevemos a protestar ya sabemos que tendremos que llevar el cuello el sambenito de “antisemitas”.Obama trata de distraer la atención internacional ‘peleando’ con Putin. Y La Comunidad Europea se hace la vista gorda respecto a la tragedia de los pasajeros holandeses. Mientras tanto que sigan matando palestinos, que no tienen ni voz ni voto ni dólares ni euros ni poder, son muertos anónimos. Las noticias internacionales jamás nos darán siquiera sus nombres, eso no importa.El verdadero Dios es el dinero, lo demás son estadísticas. Ojalá algún día así como estallan bombas y cohetes estallen la paz y la cordura.

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