Reino Unido apostará por un nuevo esfuerzo diplomático para desactivar crisis en Ucrania

El primer ministro británico, Boris Johnson, hará un nuevo esfuerzo diplomático esta semana para desactivar la crisis en la frontera de Ucrania, informó su oficina el domingo.

La declaración se produjo después de que su ministro de Defensa sugirió que algunos Estados no están adoptando una postura lo suficientemente fuerte contra Rusia.

Johnson mantendrá conversaciones con otros líderes y está especialmente interesado en hablar con los países nórdicos y bálticos, según el comunicado de su oficina.

"La crisis en la frontera de Ucrania ha llegado a un punto crítico", dijo un portavoz del primer ministro en un comunicado.

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"Toda la información que tenemos sugiere que Rusia podría estar planeando una invasión de Ucrania en cualquier momento. Esto tendría consecuencias desastrosas tanto para Ucrania como para Rusia", agregó.

Johnson trabajaría con los aliados de Gran Bretaña para intentar atajar la crisis, añadió el portavoz.

Horas antes, el ministro de Defensa Ben Wallace comentó en el periódico The Sunday Times que algunos países occidentales no eran lo suficientemente duros con Moscú.

Además, afirmó que había como un "aroma a Múnich" en los esfuerzos diplomáticos para desescalar la crisis, en alusión al acuerdo que permitió a la Alemania nazi anexar los Sudetes en 1938, pero que fracasó a la hora de evitar una guerra.

Wallace tiene previsto acudir a Bruselas a una reunión de ministros de Defensa de la OTAN que comenzará el miércoles para tratar de la crisis. Johnson, por su parte, planea viajar a Europa a finales de semana.

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Hace dos semanas, el primer ministro viajó a Kiev para mostrar su apoyo a Ucrania.

Estados Unidos reiteró el domingo que Rusia podría invadir Ucrania de forma inminente, tras haber concentrado a más de 100.000 militares en la frontera con Ucrania y haber realizando maniobras en el mar Negro y en Bielorrusia.

Moscú niega cualquier intención bélica, pero reclama el fin de la expansión de la OTAN hacia el este y que no admita a Ucrania en la Alianza, algo que los países occidentales rechazan.

Los esfuerzos diplomáticos de Johnson llegan en un momento delicado, con voces de su propio Partido Conservador pidiendo su dimisión por el escándalo "partygate".

Johnson debe responder esta semana a un cuestionario de la policía, que investiga acusaciones de que algunas fiestas en su oficina de Downing Street vulneraron las restricciones sanitarias.