Pederastia, la piedra en el zapato de Francisco

La imagen de Sumo Pontífice simpático y aperturista que Francisco ha mostrado desde el primer día de su posesión se ha visto opacada en los últimos meses por cuenta de los escándalos de pederastia que sacuden a la Iglesia católica y que se han convertido en la piedra más grande de su zapato.

Desde que Jorge Mario Bergoglio llegó al trono de San Pedro, en marzo de 2013, puso sobre la mesa el tema de los abusos sexuales por parte de miembros del clero de la Iglesia, abanderando el eslogan de ‘tolerancia cero’ contra ese crimen y pidiendo perdón en varias ocasiones a las víctimas por el silencio de la jerarquía eclesiástica.

Sin embargo, los escándalos lo siguen a donde va y cada vez más voces le exigen acciones más contundentes, llegando incluso a ser acusado de proteger a religiosos abusadores.

Diego Agudelo Grajales, director del Departamento de Humanidades de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, cree que el liderazgo de apertura que ha ejercido el Papa es lo que ha permitido que más víctimas hayan denunciado abusos.

“Si no hubiera una actitud de apertura por parte la Iglesia, y los Estados no estuvieran en una actitud de reconocimiento de las víctimas, hubiera seguido pasando lo ha sucedido históricamente; pero la apertura no está solo en la conciencia del ciudadano, sino también por la parte la Iglesia”, dice el experto.

Asimismo, Agudelo señala que el ejercicio de ese tipo de poder implica diversas dificultades a las que Francisco tendrá que responder como jerarca de la Iglesia.

Por su parte, el historiador de la Universidad de Los Andes Misael Kuan cree que el Sumo Pontífice ha hecho lo que le corresponde ante estas situaciones que han manchado la Iglesia.

“Él ha dado la cara. Ha tratado de exigir mayor acción de parte de las iglesias involucradas para que no haya encubrimiento y para que a los sacerdotes que cometan abusos inmediatamente se les aparte de sus responsabilidades mientras se hace una investigación”, sostiene.

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Pero la irlandesa Marie Collins, víctima de abusos por parte de un sacerdote, no considera que el máximo jerarca de la Iglesia haya hecho lo necesario y sostiene dice que si la ‘tolerancia cero’ no viene acompañada de acciones contundentes, se queda en palabras.

El Papa “necesita disculparse por todo el daño causado, por los que están en la Iglesia y por quienes los encubrieron, pero debe anunciar qué acciones va a tomar porque pedir perdón no es suficiente”, exigió a través de la agencia EFE.

Pensilvania
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La Corte Suprema del estado de Pensilvania (EE.UU.) publicó a mediados de agosto un informe que documenta 300 casos de “sacerdotes depredadores” sexuales en seis diócesis, tras investigar denuncias de abusos de menores.

Según el estudio, unos mil menores de edad han sido víctimas de abusos, entre los que se encuentran niños, niñas y adolescentes.
Chile

Durante la visita que a comienzos de este año Jorge Bergoglio hizo al país austral cometió uno de sus más grandes errores desde que llegó al Vaticano: defendió públicamente al obispo Juan Barros, acusado de encubrir abusos, lo que socavó sus esfuerzos por rehabilitar la reputación de la Iglesia católica. Pronto el Sumo Pontífice tuvo que disculparse con las víctimas que se sintieron ofendidas.

Australia

El Gobierno australiano creó en 2012 una comisión especial para investigar la pederastia que, a finales del 2017 reveló que 4500 menores de edad fueron abusados por 1880 miembros de la Iglesia entre 1980 y 2015.

A estos escándalos se suma la acusación del arzobispo Carlo Maria Viganò, quien aseguró que el Papa conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales en contra del arzobispo emérito de Washington Theodore McCarrick y no actuó con mano dura, por lo que pidió su renuncia.

Por su parte, Daniel Álvarez, profesor de estudios religiosos de la Universidad Internacional de La Florida, dijo a la cadena CNN que el Pontífice sabe que hacen falta más acciones, pero no se atreve a hacer lo necesario.

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“Él está hablando de remover a cardenales y altos prelados que han conspirado en encubrir y proteger a estos abusadores, el problema que tiene en sus manos es que él es uno de los cómplices de ese encubrimiento y sus más grandes asociados en el Vaticano. Si el Papa verdaderamente va a tratar este abuso, lo que tiene que hacer es renunciar”, asevera.

Pero Diego Agudelo cree que la Iglesia debe revisar la forma cómo ha venido haciendo presencia en el mundo “de una forma poderosa, desafiante, siempre moralizante”, puesto que Francisco ha venido haciendo una “invitación a no solamente pedir perdón, sino a decir que tienen que asumir las consecuencias de sus delitos como cualquier ciudadano”.