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Las 32 esmeraldas de Muzo, Boyacá: historia de las joyas colombianas robadas del Museo del Louvre en París
El histórico collar que Napoleón Bonaparte regaló a su esposa, elaborado con esmeraldas de Muzo (Boyacá), fue una de las piezas sustraídas del Museo del Louvre.
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22 de oct de 2025, 01:25 a. m.
Actualizado el 22 de oct de 2025, 01:25 a. m.
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Un collar de esmeraldas originarias de Boyacá, obsequio del emperador Napoleón Bonaparte a su esposa María Luisa de Austria, fue una de las joyas robadas del Museo del Louvre en París.
El hecho ha causado conmoción internacional por tratarse de una pieza que combina arte, historia y una fuerte conexión con Colombia. La información fue confirmada por El Tiempo, que detalló la procedencia de las gemas y su relevancia patrimonial.

El collar fue elaborado en 1810 por el orfebre francés François-Régnault Nitot, quien recibió el encargo personal del emperador para celebrar su matrimonio con María Luisa.
La joya contenía 32 esmeraldas extraídas de las minas de Muzo, reconocidas por su calidad y tonalidad verde intensa. Con el paso de los siglos, la pieza cambió de manos y finalmente ingresó a la colección permanente del Louvre en 2004, donde era exhibida en la emblemática Galería Apolo.
De acuerdo con El Tiempo, la Federación Nacional de Esmeraldas de Colombia (Fedesmeraldas) destacó que esta joya representa un vínculo entre la historia universal y el legado minero del país. Las esmeraldas de Muzo han sido reconocidas desde el siglo XVI como unas de las más valiosas del mundo, utilizadas por casas reales europeas y orfebres de renombre.
El robo se produjo cuando un grupo de desconocidos ingresó a la galería, rompió las vitrinas de seguridad y sustrajo al menos nueve piezas de alto valor histórico.

Entre ellas se encontraba el collar de Napoleón, junto a otros objetos imperiales de gran antigüedad. Autoridades francesas calificaron el hecho como un “robo agravado por banda organizada” y activaron una investigación internacional para rastrear el paradero de las joyas.
La desaparición del collar ha generado preocupación en el sector esmeraldero colombiano, que ve en esta pérdida un daño simbólico para la identidad cultural del país. Fedesmeraldas reiteró que se trata de “una joya única en la historia de la orfebrería”, no solo por su diseño, sino porque cada piedra proviene del corazón minero de Boyacá.
Esta fue la corona que fue encontrada tirada y dañada después del robo al Louvre. Perteneció a la emperatriz Eugenia de Montijo (1826-1920), esposa española del emperador Napoleón III, quien fue sobrino del primer Bonaparte, el mismo que después, a través de un golpe de estado se… pic.twitter.com/XncXd5WYKo
— Tlatoani_Cuauhtemoc (@Cuauhtemoc_1521) October 22, 2025
El Ministerio de Cultura de Francia advirtió que los ladrones podrían desmontar las gemas para venderlas de forma individual, lo que complicaría su recuperación y disminuiría su valor histórico. Por ello, las autoridades trabajan en conjunto con la Interpol y con representantes de la industria colombiana de esmeraldas para rastrear posibles movimientos en el mercado negro internacional.
El Tiempo recordó que el collar había sido restaurado y exhibido en repetidas ocasiones como parte de las joyas napoleónicas más emblemáticas del museo.
Su desaparición, además de representar una pérdida material incalculable, pone de relieve la vulnerabilidad de las colecciones históricas ante el crimen organizado.

Comunicador social y periodista de la Universidad Antonio José Camacho. Tecnólogo en Producción Audiovisual y técnico en Diseño e Integración Multimedia del SENA, además de especialista en Fotografía Publicitaria. Experiencia en periodismo de campo frente a cámara, redacción web y gestión de redes sociales
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