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Habitantes observan una vivienda destruida tas el paso del huracán Irma, en La Habana | Foto: EFE

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El desastre que dejaron Irma y Harvey sacude a las aseguradoras

Los dos huracanes causaron pérdidas tan grandes, que los analistas económicos no terminan de cuantificar.

17 de septiembre de 2017 Por: Redacción de El País y agencias

Reparar los gigantescos daños materiales que ocasionaron los huracanes Harvey e Irma tras su paso terrorífico por las islas del Caribe, Texas y el Estado de la Florida, EE.UU., podría tardar de tres a cinco años.

Será mucho el dinero a invertir por parte de los gobiernos y empresas para que todo vuelva a la normalidad, sin dejar de recordar que esos vientos hasta de 300 kilómetros por hora segaron la vida de 90 personas.

La destrucción de viviendas, sistemas de servicios públicos, calles, carros, barcos, condominios y balnearios fue tal, que solo en las islas de San Martin y Barbuda —que eran de los sitios de mayor turismo internacional en el Caribe— el paso del huracán Irma arrasó el 90% de sus territorios. Muy poco quedó en pie.

República Dominicana, Puerto Rico, Haití y otras antillas menores, al igual que algunas zonas de Cuba, recibieron también el impacto de la furia ciclónica que dejó una estela de desolación y tristeza.

Según estimaciones de la firma Moody's Analytics ambos fenómenos naturales en conjunto, podrían haber causado siniestros valorados hasta ahora entre US$150.000 millones y US$200.000 millones, costos comparables a los que el huracán Katrina provocó en Nueva Orleans (EE.UU.) en el año 2005.

La firma advirtió que solo el costo económico de Irma, que azotó Florida el pasado domingo como un huracán de categoría 4, oscilará entre US$64.000 millones y US$92.000 millones, mientras que los daños provocados por el ciclón Harvey, que devastó parte de Texas, podrían equivaler a US$108.000 millones.

Es tal la devastación que causó
el huracán Irma que la isla de Barbuda fue desocupada. Todos sus habitantes fueron evacuados.

Pero otros analistas van más allá. Por ejemplo, el servicio meteorológico privado Accuweather, calculó que el valor de los siniestros podría ascender a US$290.000 millones, suma que representa el 1,5% del Producto Interno Bruto, PIB, de Estados Unidos.

“Se trata del desastre climatológico más costoso de la historia”, apuntó Joel N. Myers, director de Accuweather.

Por su parte, en el Caribe las islas se preparan para una costosa, larga y difícil reconstrucción.

Solo en San Martin, el grupo reasegurador francés Caisse Centrale de Reassurance, estima que los daños superan los US$1500 millones, unos 4,5 billones de pesos colombianos.

Sin embargo, las compañías aseguradoras solo cubrirán una parte de esas pérdidas económicas, ya que gran parte de esos bienes no estaban amparados por pólizas. Sin embargo, varias de las compañías están bajo presión por los millonarios desembolsos que deberán hacer.

Lea aquí: '"Fue impresionante ver barcos traídos desde la playa a la carretera": colombianos afectados por Irma'.

De las pérdidas materiales que se registraron en Texas por más de US$100.000 millones se calcula que apenas el 2% será cubierto por pólizas, una cifra realmente baja.

Para no ir más lejos frente a esa pobre cobertura, Helena Carrillo, CEO de la corredora de seguros internacional JAH Insurance, pone de ejemplo lo que sucede en Colombia.

“En la actualidad, para los colombianos la cultura de la previsión es una idea lejana, aunque poco a poco empiezan a comprender que la mejor manera de proteger a su familia y sus bienes es estando preparados para cualquier eventualidad”, señala. Por eso es importante asegurarse frente a la inesperada presencia de esos fenómenos naturales.

Estimativos extraoficiales estiman que las inundaciones causadas por Irma y Harvey causaron la pérdida total y averías a por lo menos un millón de vehículos de todas las gamas en la Florida, Texas y las antillas.

Otros impactos

Además del impacto sobre la infraestructura inmobiliaria y vial, los violentos fenómenos causaron un descenso del 25% en la producción de la plataformas petroleras ubicadas en aguas del Golfo de México. Esos complejos extraen 1,6 millones de barriles de crudo al día.

Y como desde el golfo proviene el 17% de la producción de crudo estadounidense, también se afectó la refinación, ocasionando un alza en el precio de la gasolina. Las pérdidas en la actividad petrolera aún no han sido cuantificadas.

Asimismo, en varias de las islas del Caribe y en el sur de los EE.UU. se arruinaron cosechas de frutales, maíz y otros cultivos, dejando postrados a miles de agricultores y finqueros. Los daños en los campos apenas se están evaluando.

Reconstruir la isla de Barbuda, declarada inhabitable por ahora, costaría alrededor de US$300 millones, según su primer ministro Gaston Browne.

Pero quizás el renglón más afectado por el desastre climatológico fue el turismo, ya que del mismo dependen la mayoría de las economías isleñas.

En Antigua, San Martín y Barbuda los daños de los vientos huracanados a hoteles, aeropuertos, residencias veraniegas y otras edificaciones recreativas son millonarios.

La situación se prevé complicada ya que antes del fatal paso de Irma —según estimaciones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo— las islas caribeñas esperaban a 26 millones de visitantes. Miles de reservas ya fueron canceladas, al punto de que las cadenas hoteleras prevén menor ocupación mientras avanza la reparación de los daños.

Por ello, se alcanzaría apenas este año la mitad de los US$31.000 millones que pagó el turismo internacional a las islas durante el 2016.

Éxodo y ayudas

Debido a que miles de personas quedaron sin hogar, muchas han emigrado hacia algunas zonas no afectadas de Cuba, República Dominicana, Jamaica y la Florida. Se calcula que unas 10.000 viviendas quedaron destruidas en las islas y el sur de Texas. Muchas de ellas cumplen una semana sin energía.

La temporada turística de fin de año podría ser una de las peores, ya que las islas del Caribe no alcanzarían en su mayoría a recuperar su infraestructura hotelera que fue afectada por la fuerza ciclónica.

Y para atender a esos damnificados varias compañías están ofreciendo escuentos en tiendas de muebles y la posibilidad de abastecerse en negocios solo para socios sin pagar membresía.

La aerolínea JetBlue regaló comidas calientes a centenares de familias, mientras las autoridades ofrecen servicios gratuitos de llamadas. Pero las amenazas siguen. En República Dominicana hay alerta por el paso de la tormenta José. Las pérdidas podrían aumentar con el correr de las horas.

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