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Donald Trump exige pena de muerte para el asesino de una refugiada ucraniana; el crimen ocurrió en un tranvía en EE.UU.
El crimen se presentó a finales de agosto de 2025 y en las últimas semanas se viralizó por redes sociales un video del momento del ataque.
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10 de sept de 2025, 08:57 p. m.
Actualizado el 10 de sept de 2025, 08:58 p. m.
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Tras darse a conocer el crimen de una joven refugiada ucraniana que iba en un tranvía en Estados Unidos, y falleció por a causa de una puñalada, el presidente Donald Trump reclamó la pena de muerte para el presunto autor del asesinato.
“EL ANIMAL que mató tan violentamente a la bella joven originaria de Ucrania, que vino a América en busca de paz y seguridad, debería obtener un juicio ‘rápido’ (¡no hay ninguna duda!) y recibir LA PENA DE MUERTE”, afirmó el presidente estadounidense en su plataforma Truth Social, este miércoles, 10 de septiembre.

¿Cómo sucedió el crimen?
La noche del 22 de agosto, Iryna Zarutska subió a un tranvía de Charlotte, en el este de Estados Unidos.
Pocos minutos después de sentarse, un individuo subió a su vez, se sentó detrás de ella y luego la apuñaló con tres cuchilladas, sin intercambio previo, según las imágenes de videovigilancia, lo cual provocó indignación en tierras norteamericanas y el mundo.
La joven rubia de 23 años había abandonado Ucrania en 2022 tras la invasión rusa y se había “adaptado rápidamente a su nueva vida en Estados Unidos”, señalaba su obituario.
“Iryna, una artista talentosa y apasionada, se graduó en Arte y Restauración en la Universidad Synergy de Kiev. Compartió su creatividad con generosidad, regalando sus obras a familiares y amigos. Le encantaba esculpir y diseñar ropa única y ecléctica que reflejaba su espíritu vibrante”, se lee en su obituario.
El sospechoso, Decarlos Brown, un hombre afroamericano de 34 años, ya tenía un historial de delictivo en su contra, puesto que había sido detenido 14 veces y, en particular, había pasado ocho años en prisión por robo a mano armada.

La alcaldesa demócrata de Charlotte, Vi Lyles, mencionó pocos días después del suceso los trastornos mentales que el presunto autor padecería desde hace mucho tiempo.
“Quiero ser clara: no demonizo a quienes tienen dificultades con su salud mental, o que no tienen vivienda”, declaró.
El suceso local tomó dimensión nacional después de que redes sociales publicaran las imágenes de videovigilancia, particularmente impactantes.
Activistas conservadores denunciaron lo que consideraban un intento de ocultar el estremecedor suceso, y lo compararon con la muerte a manos de un policía blanco del afroamericano George Floyd, que desató una oleada histórica de violencia en las calles de Estados Unidos en 2020.

El ministro de Transportes, Sean Duffy, acusó a la alcaldesa demócrata de Charlotte de “minimizar asesinatos como este, diciendo que no se puede demonizar a las personas sin hogar o a los enfermos mentales”.
“No podemos permitir que una franja criminal depravada de violentos reincidentes siga sembrando la destrucción y la muerte por todo nuestro país”, declaró Trump el martes en un video en Truth Social.
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