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Alepo, la ciudad siria que se convirtió en el centro de batalla de Al Qaeda

En esa ciudad del norte de Siria no se ha respetado la tregua que se pactó en febrero. Por el contrario, la guerra se recrudeció.

8 de mayo de 2016 Por: Resumen de agencias

En esa ciudad del norte de Siria no se ha respetado la tregua que se pactó en febrero. Por el contrario, la guerra se recrudeció.

Viernes 6 de mayo. Más de 70 personas muertas dejan las batallas en el sur de Alepo entre las fuerzas del presidente Bachar al Asad y los rebeldes, entre ellos extremistas de Al Nosra, que es Al Qaeda en Siria. Sábado 30 de abril. El Observatorio de los Derechos Humanos de Siria reportaba al menos 30 bombardeos aéreos sobre los distritos bajo control de la oposición al régimen de Al Asad en donde se calcula que viven unas 200 mil personas. Ese mismo día los principales medios de todo el mundo afirmaron que durante las últimas dos semanas de recrudecimiento del conflicto en Alepo, al menos 284 civiles habrían muerto por los bombardeos. ¿Por qué Alepo? ¿Por qué en medio de la tregua que desde el 27 de febrero se firmó entre Rusia y EE. UU. esa ciudad se convirtió en el centro del infierno? Alepo, en el noroeste de Siria, ha sido históricamente el centro económico del país y es la segunda ciudad más importante luego de Damasco, la capital.  Durante los levantamientos de la Primavera Árabe en Siria, en 2011, Alepo se mantuvo al margen, controlada por las fuerzas leales a Bachar al Asad.  Sin embargo, para mediados de 2012, los  rebeldes lanzaron una ofensiva para expulsar a las fuerzas del gobierno y tomar control en el norte del país, convirtiendo a Alepo en un campo de batalla clave en el conflicto de Siria. Sin embargo, el avance de las fuerzas opositoras a Al Asad no fue decisivo, como si ocurrió con ciudades como Al Raqqa, Idlib o la zona sur, y la ciudad quedó dividida entre ambas fuerzas.  Los enfrentamientos, desde entonces, se convirtieron en alternancias entre los bombardeos aéreos del Ejército de Al Asad y los ataques con cohetes y armas de menor alcance por parte de los nueve grupos rebeldes que se han unido en una coalición denominada la Brigada del Norte, que  incluye a la Legión del Sham, y otros grupos menores como las brigadas Yund al Rahmán, Al Fayr al Sadeq y Ansar Alá. Para septiembre de 2015, con el anuncio de Rusia del inicio de los bombardeos contra los rebeldes en apoyo a Bachar al Asad, los enfrentamientos se recrudecieron y la tregua firmada en febrero pasado no logró detener las agresiones. Desde el pasado 22 de abril, Alepo se convirtió en el epicentro de la guerra civil y la única ciudad en la cual la tregua se ha irrespetado.   De acuerdo con el Observatorio de los Derechos Humanos de Siria, tanto el Ejército Sirio con ayuda de Rusia, como las coalición rebelde, han sido autores de ataques en los cuales la población civil ha sido la más afectada.  Uno de los hechos más deplorables de esa serie de agresiones tuvo lugar en un campo de refugiados de Alepo, en la frontera entre Idlib y esa ciudad, en el que esta semana un bombardeo aéreo dejó 30 civiles muertos.  A pesar de que todo apunta a que los responsables serían el Ejército Sirio o la Fuerza Aérea rusa,  el gobierno de Putin sostiene que ninguno de sus aviones ha sobrevolado campo de refugiados alguno.  Este hecho, que causó indignación en la comunidad internacional, provocó que el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidiera  al Consejo de Seguridad del organismo remitir a Siria a la Corte Penal Internacional, para que el tribunal de La Haya pueda abrir investigaciones sobre posibles crímenes de guerra. “Los responsables del ataque aparentemente organizado de ayer contra civiles en el campo de Idlib, que puede constituir un crimen de guerra, deben rendir cuentas”, dijo  Ban el pasado viernes. En internet corrieron varios videos con las estremecedoras imágenes del campo de refugiados en las que se ven tiendas azules destrozadas, en llamas, de las que se elevan espesas humaredas negras, entre gritos de hombres y llantos de niños. - “Que Dios los maldiga”, se puede oír.  “La vida para la población civil en Alepo se volvió insostenible debido a los ataques constantes con bombas aéreas”, informó el Observatorio de Derechos Humanos. Los bombardeos, según denuncian otras organizaciones, se han realizado sistemáticamente contra hospitales y escuelas, y contra las brigadas de ayuda humanitaria con el fin de cortar el suministro a los rebeldes, pero afectando a civiles por igual. Un hospital de Médicos Sin Fronteras estuvo entre los afectados. La población, no obstante, también sufre las arremetidas de los grupos rebeldes que atacan con morteros los barrios residenciales que son de dominio del gobierno. Otra tregua, la esperanza El Ministerio de Defensa ruso anunció el pasado miércoles un alto el fuego en Alepo de dos días con el fin de empezar a buscar una salida negociada al conflicto. El viernes se anunció que la tregua se prolongaría  durante 72 horas más.   “Para evitar que la situación empeore, a iniciativa de la parte rusa, el régimen del silencio (de las armas) en la provincia de Latakia y en la ciudad de Alepo se prolongó durante 72 horas a partir del 7 de mayo”, indicó el ministerio ruso en un comunicado.  Estados Unidos, por su parte,  dio cuenta de la prolongación de la tregua en Alepo poco después del anuncio de Moscú.  “El cese de las hostilidades redujo la violencia en Alepo, y Estados Unidos se comprometió a mantener esta tregua todo el tiempo posible”, declaró el portavoz del departamento de Estado, John Kirby.  “Celebramos esta reciente prolongación, pero nuestro objetivo es llegar a un momento en que ya no tengamos que contar las horas y en el que el cese de las hostilidades se respete por completo en toda Siria”, añadió.  El cese del fuego en Alepo forma parte de los esfuerzos internacionales para reavivar la tregua del 27 de febrero, vigente en todo el país excepto en los sectores controlados por los yihadistas del grupo Estado Islámico y del Frente Al Nosra, y para impulsar las negociaciones de paz. Reabren escuelas Varias familias volvieron a sus casas y las escuelas reabrieron  sus puertas en los sectores de Alepo bajo control de los insurgentes, tras la prolongación por 72 horas de la tregua en la segunda ciudad más importante de Siria.  El alto el fuego auspiciado por Moscú y Washington en esta ciudad, que debía expirar el sábado a las 01H01, hora local, continuará 72 horas más.   El silencio de las armas permitió a varias familias regresar a sus hogares en la parte en poder de los insurgentes. "Decidí volver con mi familia porque unos conocidos me dijeron que estaba en calma" , declaró Abu Mohamas, padre de seis hijos, en el barrio de Kalasé.

 

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