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Video: así era la vida de 'Alfonso Cano' en medio de la selva

Un oficial de la Policía, que participó en la Operación Odiseo, relató detalles hasta ahora desconocidos de la acción en la que fue dado de baja el Jefe de las Farc.

7 de noviembre de 2011 Por: Laura Marcela Hincapié S., reportera de El País

Un oficial de la Policía, que participó en la Operación Odiseo, relató detalles hasta ahora desconocidos de la acción en la que fue dado de baja el Jefe de las Farc.

Caminé unos cuantos pasos y vi la silueta de una casa muy humilde. Una de esas en donde viven campesinos o indígenas de la zona. De lejos, nadie sospecharía que en ese rancho rústico se escondía el hombre que dirigía a la guerrilla más temida del mundo. Nadie lo sospecharía de no ser por una antena de Directv. En ese lugar, de a duras penas 20 metros de largo y otros 20 de ancho, había lujos inusuales. Entonces, supimos que estábamos cerca. Sin duda, se trataba del refugio de nuestro principal objetivo: ‘Alfonso Cano’. El máximo jefe de las Farc dormía como cualquier campesino. En una cama pequeña sostenida por unas cuantas tablas de madera. El colchón era casi tan delgado como una colchoneta y estaba cubierto con dos cobijas que parecían haberse usado hacía poco.También encontramos un Video Beam y un telón para proyectar imágenes, además de un televisor y varios computadores. Desde allí se comunicaba por Skype con los demás subversivos.Al mediodía, cuatro horas después de haber iniciado el operativo y a pesar de haber hallado sus gafas y billetera, ‘Cano’ se había esfumado. La tensión ya se empezaba a sentir. El oficial, que desde hace cinco años hace parte del grupo contra objetivos de alto valor de la Policía Nacional, habla sin pausa. Al otro lado del teléfono su voz acelerada transmite en detalle la incertidumbre que vivieron los cerca de mil hombres que participaron en el operativo contra Guillermo León Sáenz.Llegó el díaLa noticia me llegó el jueves 27 de octubre. En una reunión con un general de inteligencia en Bogotá nos informaron que en unos días se haría el operativo más importante para las Fuerzas Militares. El primer paso fue verificar la información de inteligencia que tenía la Policía y el Ejército. No había dudas. ‘Alfonso Cano’ y ‘Pacho Chino’ estaban camuflados en las montañas de la vereda El Chirriadero, en el municipio de Suárez (Cauca), y teníamos que encontrarlos. Luego de hacer un estudio minucioso del terreno, se dispusieron 40 aeronaves. En la madrugada del viernes 4 de noviembre la ansiedad nos recorría los huesos, pero el cielo nos cerraba las puertas. Sólo hasta las 8:00 a.m. el clima estuvo de nuestro lado y a esa hora salieron los helicópteros desde Palmira y Popayán. A los 20 minutos bajaron los primeros hombres y se inició el bombardeo. Éramos 50 de la Policía y otros 950 del Ejército que rodearon el campamento hasta tres kilómetros a la redonda. La estrategia: cerrarle todas las salidas a ‘Cano’. Pero la tarea se dificultó. Los guerrilleros empezaron a disparar y a lanzar tatucos y morteros (granadas artesanales). Algunos disparaban desde las viviendas. Sacaban banderas blancas y utilizaban indígenas y campesinos como escudo. Nos camuflamos para esquivar los explosivos que alcanzaron a impactar siete aeronaves. Si me pregunta cuál fue el momento de mayor tensión le diría que ése. Teníamos que avanzar en medio de una lluvia de balas. ¿Miedo? No, sentíamos incertidumbre, pero no miedo. El entrenamiento que recibimos ya nos ha preparado para eso. Sabemos que hay que seguir y no hay tiempo de pensar. Mi misión era hacer verificación y registro en el campamento. La misma tarea que he hecho en otros operativos como los que dieron de baja a ‘Raúl Reyes’ y al ‘Mono Jojoy’. Sólo que ir en contra de ‘Cano’ es...El oficial por fin hace una pausa. Se escucha emocionado. Confiesa que en los quince años que lleva en la Policía no había sentido una alegría parecida. “Gracias a Dios estuve en el momento y en el lugar indicado”.El abrazoLlegó la noche y ‘Cano’ seguía escondido en la selva. Pero eso no nos sorprendió. Cada uno de nosotros conocía cómo eran los movimientos del Jefe de las Farc. Sabíamos de su habilidad para escabullirse, esa que ya lo había salvado de otros operativos. Cuando ‘Cano’ escuchaba el bombardeo no salía a correr. Su táctica era verificar por dónde entraban las tropas para luego buscar una salida. Estoy seguro de que él nos vio entrar y se quedó inmóvil. A las dos horas halló un refugio. Para nosotros no era fácil encontrarlo, porque se trataba de un terreno muy empinado. Cerca de las 8:00 p.m. recibimos el anuncio que anticiparía la gloria.Unos compañeros le habían disparado a un guerrillero que podría ser ‘Cano’. Una hora después el CTI nos confirmó que era él. Quería gritar. Pensaba en el país, en todos nuestros hombres que han caído en manos de las Farc. Pensaba en mil cosas a la vez...Tragué entero. Seguíamos en medio de combates y no podía hacer ruido. Estaba muy oscuro, pero creo que mis ojos alumbraban de emoción. Me tiré a los brazos del compañero que estaba a mi lado. ¡Lo logramos!, le susurré. Sentí un alivio profundo”.Seguimiento a ‘Pacho Chino’ condujo a jefe de las FarcUn grupo élite de la Policía le seguía los pasos a Édgar López, ‘Pacho Chino’, jefe del Comando Conjunto de Occidente de las Farc, desde hacía seis meses. En los seguimientos descubrieron que ‘Pacho Chino’, quien se escondía en una casa de la vereda Chirriadero, en la zona rural entre Suárez y Morales, caminaba todos los días hasta una vivienda ubicada a 265 metros.En la casa también se observaron dos perros, que una mujer sacaba todos los días, a las 9:00 a.m., a dar una pequeña vuelta, y a siete de ellas fueron identificadas como miembros del anillo de seguridad de ‘Alfonso Cano’.‘Pacho Chino’ siempre permanecía con 16 miembros de su seguridad, mientras en la casa de Cano permanecían siete personas. El jefe máximo de las Farc.Ese hecho sumado a que las características de los dos perros eran las de ‘Conan El Bárbaro’ y ‘Pirulo’, las mascotas de Cano, le develaron a las autoridades que allí se escondía el jefe guerrillero.La información se cotejó con los datos que inteligencia militar tenía de la llegada al Cauca de ‘Alfonso Cano’ desde hacía aproximadamente un mes y medio.Inteligencia militar había recibido datos de que en los últimos días de septiembre las Farc atacó simultáneamente cinco municipios caucanos, la mayoría en la cordillera Central. “La idea era que centráramos los esfuerzos en contrarrestar esa ofensiva, mientras ellos trasladaban a Cano desde los límites con Huila hacia la cordillera Occidental”, explicó una fuente de inteligencia.Con el cruce de la información entre el Ejército y la Policía se planeó la operación ‘Odiseo’.“Teníamos siete objetivos: el principal la casa de Cano, otro era la casa de ‘Pacho Chino’ y otro eran los lugares en los que estaban los anillos de seguridad”, explicó un oficial de la Policía. A las 8:31 a.m. empezó el primer bombardeo con un avión de la Fuerza Aérea, escoltados por los helicópteros arpías de las aviaciones de este grupo, el Ejército y la Policía.El bombardeo fue contra la casa en la que se escondía Cano. Luego, bajaron por soga miembros de las fuerzas especiales del Ejército y de los grupos Lobo y de Objetivos de Alto Valor de la Policía.Simultáneamente, descendían a la casa de ‘Pacho Chino’, pero alcanzó a escapar. Cano también había huido de su casa y se escondió en unos matorrales cercanos.En la vivienda se hallaron dos gafas gruesas, como las que el jefe guerrillero usaba; dos cajas de dientes y la billetera con su cédula. Horas después, lo hallaron escondido entre la maleza.

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