Dos personas se salvaron de morir tras quedar en un retén ilegal en la vía Popayán-Cali: “Nos perdonaron la vida”

Un humilde transportador y su ayudante están vivos gracias al arrepentimiento de un ciudadano extranjero que no quiso asesinarlos, luego de secuestrarlos en medio de un retén.

La situación se presentó cuando doce delincuentes ejecutaron, en el sector de Río Blanco de la vía Panamericana, tramo Popayán-Cali, un retén ilegal.

Sí, el ciudadano extranjero no quiso acabar con la vida de estas dos personas al ver que eran simples trabajadores que, al momento de los hechos, pretendían llegar a la población de Coconuco, Puracé, luego de salir de la ciudad de Cali, donde adelantaron la distribución de electrodomésticos con ese mismo camión.

“Mi hermano, que era el conductor, y el ayudante terminaron en poder de estos doce sujetos que salieron en ese punto de la carretera para detener el tráfico, y luego apoderarse de varios vehículos, entre ellos el camión de mi familiar, a ellos los detuvieron para después golpearlos salvajemente con las cachas de las pistolas y los fusiles que portaban para así hacerlos bajar de la turbo y luego meterlos a empellones en el carro que usaban al momento de ejecutar el retén”, relataron los familiares de una de las víctimas.

Los antisociales, agregaron los afectados, se movilizaban en un automóvil y en tres motocicletas, vehículos que atravesaron en este punto de la vía internacional para así ejecutar este asalto. En ese mismo tramo vial fueron secuestrados el artista Miguel Ayala y su representante, Nicolás Pantoja.

Por eso, y en poder de estos individuos, conductor y ayudante empezaron a ser torturados, golpeados, sin piedad hasta para después quitarles celulares, billeteras, maletines, incluso hasta las correas y los zapatos. Luego, y cuando se percataron que el camión no tenía GPS, ni mercancías, y que las víctimas además no portaban más elementos de valor, estos sujetos ordenaron asesinarlos, de ahí que le indicaron al venezolano que los ejecutara, no sin antes amarrarlos de pies y manos.

“Creo que Dios envió un ángel, a través de ese extranjero, porque él reaccionó y dijo que no los iba a matar, que eran trabajadores, además que no podía hacer eso, por eso el compañero se enojó, tratándolo de gallina, incluso le dijo que no iba a trabajar más con ellos porque no servía para esas vueltas, que los matara, pero el venezolano aguantó hasta que ellos empezaron a gritar que tenían otro carro o camión por Timbío, entonces que debían salir para allá, de ahí que los dejaron tirados por allá por la Rejoya, en la vía de los Cementerios de Popayán”, agregaron los familiares de unos afectados.

Luego, y casi por sus propios medios, tanto el transportador y el ayudante lograron salir del matorral donde fueron arrojados por los delincuentes, después encontraron el camión, con los vidrios destrozados y el interior de la cabina vandalizada, de ahí que se montaron de nuevo en este vehículo, para encenderlo rápidamente y después tomar rumbo hacia el área urbana de la ciudad de Popayán.

“En el trayecto mi hermano y el ayudante llegaron hasta la variante, donde ya se encontraron con unos policías, quienes los ayudaron para después llegar hasta un hospital del occidente de la ciudad, donde ya les brindaron los primeros auxilios y luego les cogieron puntos en las heridas ambos tenían en la cabeza, luego llegamos nosotros porque como los estábamos buscando, entonces en un CAI nos dijeron que a ese centro asistencial habían llegado dos personas heridas en un camión, fuimos y claro, eran ellos”, agregaron los familiares al indicar que los delincuentes pensaron que las víctimas llevaban mercancías en ese camión.

Ahora, y buscando recuperar sus trabajos, las víctimas instauraron las respectivas denuncias luego de ser valorados por funcionarios de Medicinal Legal y de aportar las valoraciones médicas, donde dictaminaron una serie de lesiones en el rostro, la cabeza y demás partes del cuerpo.

Y de esta manera se comprobaba que este caso se sumaba a los registrados en días anteriores donde incluso Temístocles Narváez Ortega, uno de los políticos más influyentes de la región, terminó atacado por los integrantes de estas bandas o grupos armados ilegales que ahora al parecer tienen la libertad suficiente para ejecutar esta clase de retenes y asaltos en esta importante carretera.