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Cárcel Villahermosa de Cali, la más hacinada del país

Sobrepoblación en los penales del país alcanza el 58 %, según indicó la Defensoría del Pueblo. La capacidad de la cárcel de Villahermosa es de 1677 internos y hoy alberga a 4700 personas.

3 de febrero de 2014 Por: Redacción de El País y Colprensa

Sobrepoblación en los penales del país alcanza el 58 %, según indicó la Defensoría del Pueblo. La capacidad de la cárcel de Villahermosa es de 1677 internos y hoy alberga a 4700 personas.

El recién creado Código Penitenciario y Carcelario (Ley 1709 del 2014), que con tanta pompa se anunció hace poco más de una semana, pareciera, más que una norma para solucionar los interminables líos en las cárceles, un saludo a la bandera.“Esto del Inpec es inexplicable”, dijo el pasado miércoles el ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, al lamentar lo sucedido en la cárcel Modelo de Barranquilla, donde la noche del lunes 21 de enero diez internos perdieron la vida y medio centenar sufrió graves quemaduras en su cuerpo debido a una conflagración que se presentó en el patio siete de ese penal. Hoy hay seis internos en estado crítico, y otros ni siquiera han sido identificados. “Es una vergüenza” para el Ministerio y para el Inpec, remató Gómez Méndez, visiblemente afectado. Y no es para menos si se tienen presentes los rostros de dolor de los familiares de los reclusos, quienes desesperados aguardaban en las afueras de la cárcel por una razón de sus familiares. “El hacinamiento carcelario en Colombia supera el 58 %, una cifra sin precedentes en la historia del país”, dijo el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, quien agregó para desesperanza de muchos que en algunas cárceles esa problemática llega al 400 %.Otálora ha sido quien desde su llegada a la Defensoría ha insistido en la necesidad de declarar la emergencia carcelaria, llamado que reiteró la semana pasada tras manifestar que en por lo menos 36 centros de reclusión del país existe una difícil situación de hacinamiento y recordó lo que sucede en la cárcel de Riohacha, con una sobrepoblación de 346 %; lo mismo que en la Nueva Esperanza de San Andrés, donde este drama llega al 53 %. Allí la capacidad es de 139 internos, pero actualmente hay 216.Según el Inpec, a diciembre del 2013 la población carcelaria ascendió a 120.032 internos, con una sobrepoblación de 43.966 personas, equivalente a un índice de hacinamiento del 57,8 %.Y es que el crecimiento de la población carcelaria es exponencial. Según cifras de la Defensoría, en el 2001 el nivel de hacinamiento en el país estaba calculado en 15,80 % y trece años más tarde se ubica en 58,27 %. “La situación de hacinamiento carcelario está directamente relacionada con el fenómeno de reincidencia criminal”, señala un estudio del Inpec conocido por Colprensa.Mauro Hincapié, director de la penitenciaría de Titiribí (Antioquia), explica ese fenómeno en la estigmatización que recae sobre muchos exconvictos. “Aunque muchos de los internos salen con la firme intención de reincorporarse a la sociedad, a la hora de buscar empleo se los niegan por sus antecedentes y la única salida que tienen esas personas es volver a delinquir. Ante esto los jueces los ven como proclives al delito y, claro, les niegan beneficios. Yo creo que estas personas no son esencialmente malas. Ahí lo que hay es una corresponsabilidad de la sociedad”. Y es que mes a mes la población reincidente crece en unas 148 personas. En diciembre pasado los internos a cargo del Inpec presentaron las siguientes cifras de reincidencia: intramuros 94 % (15.896), domiciliaria 5,4 % (915) y vigilancia electrónica 0,5 % (92).Villahermosa, la más hacinadaSi de sobrepoblación se trata, el primer lugar lo ocupa la cárcel Villahermosa de Cali, con 4700 personas, superando su capacidad real (1667 cupos). A la capital del Valle le siguen Medellín, con 4470 personas adicionales a su capacidad, y Montería, con 1171. Por su parte, Bogotá, Medellín y Cómbita (Boyacá) son las ciudades que reportan los centros penitenciarios con mayor cantidad de internos intramurales. El Complejo Metropolitano de la capital del país encabeza la lista de los diez Establecimientos de Reclusión del Orden Nacional (Eron) con más internos intramurales, al tener 8102; seguida del Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Medellín, con 6894, y cierra la lista Cómbita, con 2862 personas. Según el Inpec, durante el segundo semestre del 2012 el incremento mensual de internos más notorio se registró en julio (1,2 %). Para el mismo periodo del 2013 el promedio mensual de ingreso a las cárceles fue de 362 personas (0,3 % promedio). Al comparar diciembre del año pasado con el mismo mes del 2012, se observa que la población carcelaria se incrementó en 6148 internos (5,4 %), y a diciembre del 2013 el hacinamiento estaba calculado en 120.032 personas; mientras que al cierre de enero era —según la Defensoría— de 120.387.Estos números son los que llevan a reiteradas preguntas acerca de qué está sucediendo con la política criminal del país y ante las cuales analistas citan las leyes 906 del 2004 (Sistema Penal Acusatorio), Ley 1453 del 2011 (Seguridad Ciudadana) o Ley 890 del 2005 para tratar de determinar lo que sucede. Tras la entrada en vigencia de estas normas, el Defensor advirtió que “la situación ha llegado a niveles críticos que ponen en riesgo tanto el bienestar de la población carcelaria como el de toda la sociedad”. Todo parece indicar que el remedio ha salido más caro que la enfermedad. Así terminó el 2013Según cifras del Inpec, el número de sindicados a julio del 2013, comparados con diciembre del mismo año, creció un 2,8 %. Este ha sido uno de los argumentos en los que muchos cifran el problema del hacinamiento, pues se considera que en las penitenciarias solo deberían estar los internos ya condenados.Hasta diciembre del año pasado, el 92,5 % de la población carcelaria del país estaba constituida por hombres y el promedio restante eran mujeres. De estos, el 30,9 % era sindicado y el 69,1 % condenado. Así las cosas, salta a la vista cómo por cada dos condenados hay una persona sindicada.En cuanto a los rangos de edad de la población carcelaria, para el segundo semestre del 2013 la mayoría estaba entre los 30 y 54 años (62.164 internos), seguido de quienes tenían entre 18 y 29 años (50.539 personas en promedio).Frente a las ocupaciones de los internos dentro de los penales, el 2013 cerró con 38.108 (46,9 % ) que realizaban trabajos en las áreas industrial, artesanal, agropecuaria y de servicios administrativos. Mientras que otros 41.649 (51,2%) asistían a programas educativos en sus distintas particularidades. En cuanto a la detención domiciliaria, en el segundo semestre del 2013 se observó un incremento mensual de 710, que promedia los 118 internos.

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