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“En Navidad voy a ir a Buenaventura, a Juanchaco y a la Bocana”, dice Yuri. | Foto: Redacción de El País

ENTRETENIMIENTO

Yuri Buenaventura y sus recuerdos de Navidad en Colombia

El 28 y 29 de diciembre, en el Teatro Municipal Enrique Buenaventura, se presentará Yuri Buenaventura con su formato de Big Band. Imperdible.

26 de diciembre de 2018 Por: Isabel Peláez R. / Reportera de El País

Yuri siempre se inventa un pretexto para estar en Navidad en Cali, lejos de la nieve parisina y cerca del calor de las velitas, de los buñuelos, de la natilla, de los abrazos de una ciudad a la que ama, extraña y adora como si se tratase de una mujer amada. Esta vez viene con su Big Band, el más glamoroso de sus formatos, el 28 y el 29 de diciembre, en el Teatro Municipal.

“Tengo tres formatos, uno de salsa convencional que es con el que defendemos los colores del género, otro es la Big Band con una orquesta de 25 músicos, 5 saxofones, 4 trompetas, 4 trombones, ese proyecto es más culto, se tocan mambo, chachachá, boleros, al estilo del Club San Fernando, de la Cali de los años 50, 60 y 70, y está el proyecto, casi que de estado, el que integramos con 130 músicos de la Orquesta Sinfónica, que se creó con la exministra de cultura Mariana Garcés y lo dirige Paul Dury. El presidente Iván Duque le ha puesto gran atención a este para exportación, no viene del pop o del tropipop sino de unos valores del Pacífico, de la salsa”, cuenta Yuri, quien estará el próximo 28 y el 29 de diciembre con su Big Band, en el Teatro Municipal Enrique Buenaventura”.

¿Qué está cocinando en materia de álbumes?

Acabamos de sacar el disco ‘Manigua’, que habla de la selva, de la riqueza natural de nuestra región, tiene mucho de lirismo europeo, 30 años que llevo viviendo en Europa me permitieron acercarme a este; tiene de la salsa también, pero la idea era hacer una unión horizontal, donde el lirismo que está por allá tan arriba se acerque a lo popular y lo popular al lirismo. Y tengo un próximo álbum, Historia de un Amor, que es de boleros, más jazz, vuelvo a lo ‘minimal’, como dicen los franceses, que es el piano acústico, contrabajo. Esa producción la grabé con Roberto Fonseca, el pianista de Buenavista Social Club y tengo un proyecto que voy a hacer con Melómanos de Charco Azul, una sonoridad más urbana de Cali, para acercarme más a la ciudad, a lo que está pasando aquí y en la región, con orquesta de salsa como Mambanegra y Calibre, y apoyar ese proceso.

¿Navidad en Colombia y en París?

No, no, en Colombia. Allá la nieve, yo no cambio esto de las velitas nunca, si estoy en otro país prendo las velitas donde esté. Si esas tradiciones se van perdiendo, las navidades se vuelven tristes.

¿Este año cuántas veces ha venido a Colombia?

Vengo muy a menudo, cada 30 días, me estoy una semana, a veces me quedo 15 días o un poquito más. Mi novia esta viniendo, ella llega mañana, me voy para Bogotá a recibirla y estaré allá unos días y vendré luego al concierto.

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¿Cuáles son sus propósitos para el nuevo año?

Diciembre sí es una fecha para aprovechar estar en familia, en el país de uno, volver a los orígenes, prender las velitas, pasar la Navidad con la familia y el Año Nuevo me gusta que me coja acá en mi país. Hay otras propuestas de la familia de viajar a Asia o a Tailandia, siempre la familia se va para allá y yo me quedo acá con la mía, la otra parte de mi familia es francesa. De pronto mi propósito es aprovechar más los espacios, tengo muchos amigos en nuestra nación, pero nunca he sido proactivo con esa conectividad y hay que empezar a tocar las puertas de esos amigos para que la música que yo hago forme parte de la riqueza de la música del país. He sido poco comercial, me he dedicado mucho a la cultura. Este año la idea es estar más cerca de los procesos industriales también.

¿Qué le está pidiendo al Niño Dios?

Que me dé paz interna. Le pido felicidad y que este trabajo no afecte mi contenido, que me conserve lleno de amor cristiano, de ese amor, de compartir con los demás, que no me vaya a quitar mis raíces, le pido al Niño Dios que siempre me mantenga cerca de mis valores.

¿Cuál fue el mejor regalo de Navidad que recibió en su infancia?

Una bicicleta, era para mi hermano y para mí. Ese día yo vi al Niño Dios que se entró por un rotico y yo dije que lo había visto, de verdad estaba tan emocionado esperando que llegara, que como que lo vi.

¿Hasta qué edad creyó en el Niño Dios?

¡Uy! Hasta los 7 o 8 años.

¿Y quién le hizo ver que no existía?

La situación económica. Uno escuchaba que los padres decían “¿Qué hacemos?”, “¿Qué compramos?”. Los padres deben tener un cuidado al máximo de no hablar de esos temas delante de los niños, porque ellos están felices, no necesitan estar atentos a eso. En los países latinoamericanos debemos evitar el tema de Papá Noel, el Niño Dios nos une más alrededor de las novenas, de la fe, este tipo solo aparece con regalos. Y así no haya regalos y uno venga de un espacio humilde, uno valora más el amor de la Navidad, el nacimiento de Cristo, la humildad del pesebre, saber que hasta en los barrios más pobres está esa esperanza, ese amor, que el hijo de Dios nació en una pesebrera, al lado de un burro y de una vaca, eso no lo podemos perder, en los estratos más humildes que es de donde vengo, cuando no hay regalos, nos acompaña todo ese amor de la familia.

¿Cuál fue su Navidad más especial en Buenaventura?

Mi papá armaba coros de niños en el barrio y esas navidades eran bien bonitas, porque desde el 1 de diciembre nos preparábamos y cuando llegaban las novenas estábamos afiladísimos. Que los papás saquen tiempo para sus hijos es el regalo más bonito, para prender las velitas en familia, para las novenas, para esos regalitos y esa emoción, eso alimenta mucho nuestra fe y esperanza.

¿Cuál es su villancico en Navidad?

Ah pues, ‘El burrito sabanero’, ese es el que más me gusta, ‘Salve, dulce y madre’, ‘Tutaina’...

¿Y de los discos salseros?

Más que salseros, tropicales, como ‘Faltan cinco pa’ las 12 el año va a terminar’, ese es tremendo. De salsa temas de Guayacán, Niche, Richie Ray, los Lebrón y del El Gran Combo me gusta ese de ‘Ponme el arbolito’.

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Navidad descalza

“Yo escribí la canción llamada Navidad Descalza, fue una campaña que hicimos para niños enfermos de sida en París, hicimos un álbum varios artistas y quiero hacer eso mismo aquí el próximo año, para que los recursos de dicho trabajo vayan para esos niños”.

La canción decía: “Voy a llenar tu alma de luz, de azul brillante y el hambre quitarte. Mi canto serán las flores que yo sembraré en tu vientre, para así pues perdones mi indiferencia inclemente, y en un caracol de amor al fondo del mar llevarte, y mis hermanos mayores allí poder presentarte. Niño, niña, infante inocente, perdona el corazón del hombre que te miente. Y esas lágrimas de tristezas será la luz que ilumina. Al besar tus pies comprendo, Navidad descalza camina”.

“Al resto de personas de esta ciudad que la vida nos ha bendecido, no debemos olvidar sentir que hay gente que necesita ese cariño, tiempo, un ‘feliz Navidad’, ese abrazo, ni siquiera es plata, si hay alguien está cuidando un carro, dele un saludo”.

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